2019 podría ser bautizado como el año en el que Disney decidió estrenar adaptaciones de sus clásicos animados en acción real. Mientras que en mayo le tocará el turno a Aladdin y en julio la taquilla se paralizará gracias al éxito que se prevé con El Rey León, ahora es el turno de Dumbo, que cuenta con el aliciente de estar dirigida por Tim Burton, quien ya fue el encargado de llevar a cabo Alicia en el país de las maravillas, que no funcionó todo lo bien que debería.
Con Dumbo, Burton quiere tocar la fibra sensible del espectador. La historia que se cuenta en ella es la que conocemos todos: la vida del tierno paquidermo cambiará cuando descubra que gracias a sus grandes orejas puede volar, lo que provocará que lo intenten convertir en toda una estrella.
Pese a no contar nada diferente, Dumbo no es un calco de la obra original, sino que aporta muchos elementos nuevos. Un claro ejemplo de esto es que la duración del film de Tim Burton es de 112 minutos, mientras que la original de 1941 solo contaba con 64 minutos de metraje. Por tanto, el realizador estadounidense ha tenido que crear nuevas escenas y que su historia tuviera un mayor desarrollo.
El nuevo Dumbo no tiene el encanto de la cinta original, pero funciona bastante bien al aportar una visión diferente y al atreverse a desarrollar más la historia, con un protagonista que hará llorar a los espectadores y con unas escenas visualmente atractivas y, algunas, un poco perturbadoras, como ya lo eran las del clásico de animación.
Valoración: 2,5/5
Lo mejor: Que se atreva a profundizar más en la historia y no a calcar la cinta original
Lo peor: Por mucho que se empeñen, estas versiones nunca van a superar a los clásicos