Entrevista a Penny Necklace (Parte I): Los cimientos de la vida

Quedamos con Odette Suárez, alma mater de Penny Necklace, en el Hotel Marriott de la Calle Princesa (Madrid).

De entrevista en entrevista y promocionando el último trabajo de Penny Necklace, su proyecto vital, Odette se sentó –café de por medio–, con ‘Nostromo Magazine’, para charlar de ‘SÓLIDOS’, la industria musical y de aspectos fundamentales como la fama, la suerte, el éxito, su familia, las redes sociales, referencias femeninas… y hasta ‘Juego de Tronos’. Su rostro desprende cierto cansancio –más que comprensible– pero, sobre todo, una tremenda ilusión. Tiene claro cuál es el objetivo por el que dedica
cuerpo, alma, tiempo y dinero: vivir inmersa en el mundo musical, expresando a viva voz lo que siente.

Odette, gracias por tu tiempo, ¿qué tal estás?

Agotada, porque estoy haciendo muchas cosas, pero muy emocionada. El concierto en ‘La Riviera’ (13 de abril de 2019) fue, por ejemplo, uno de los momentos más álgidos de mi carrera. Intento pausar el día a día para disfrutarlo. No quiero que el estrés suponga mal humor o que la falta de sueño conlleve melancolía o tristeza. Todo lo que está pasando en Penny Necklace supone muchísima emoción, pero también mucho estrés.

¿Tanto?

Muchísimo. Sobre todo por la preparación que conlleva todo. Por ponerte un ejemplo, siguiendo con el concierto de ‘La Riviera’, lo que más pesado se terminó haciendo fueron los ensayos. Para poder cuadrarlos con toda la banda y sus respectivos trabajos, ensayábamos desde las 20:00 horas hasta las
23:00. Y al día siguiente madrugar, claro. Además, hay que tener en cuenta las redes sociales, el merchandising, la promoción en medios de nuestro trabajo, estar pendiente del correo, la promoción en vídeo de nuestra música… ¡puf! Ahora bien, esto me llena, que parece todo negativo.

¿Montas tú los vídeos?

¡Sí! Colaboro en equipo con personas en las que deposito toda mi confianza. Me encargo de elaborar los vídeos y sus respectivos guiones, las portadas de los discos y las tipografías. Me gusta mucho colaborar con gente creativa. Defiendo que dos mentes creativas siempre van a sacar como resultado un trabajo que ninguna de las dos hubiera podido crear por separado.

Dos cabezas piensan mejor que una…

Por lo menos distinto. Es bonito ver como nos “contaminamos” entre las personas, mientras nuestros caminos y conocimientos se difieren.

Hablemos de ‘SÓLIDOS’. Dos casi preguntas obligadas: ¿qué quieres transmitir y por qué ese nombre?

El concepto fue previo a las canciones. Todo surgió del anterior disco, ‘La Luz’, un estudio personal de la sinestesia que tuvo como resultado nueve colores, agrupados en tres familias (cálidos, fríos y neutros). Ahí terminó un ciclo, pero me di cuenta de que quería seguir investigando. Llegué a la conclusión de que
lo deseaba era lanzar dos discos completos más, ‘La Luz’, ‘La materia’ y, en un futuro, ‘La Forma’.

‘Sólidos’ es un capítulo de este concepto, dentro de ‘La Materia’. ‘PIEDRA’, ‘METAL’ y ‘MADERA’ son los tres materiales estructurales que escogí por cuestiones de salud y personales. Pasé una época de miedo, en la que todo se tambaleó mucho. Necesité entonces, y creo que necesitamos siempre, unos cimientos fuertes. De esos tres materiales nacieron las canciones. La idea fue tomando forma dentro de todo esto.

Es cierto que ‘Piedra’ habla de la voluntad que hay que tener a pesar del miedo; ‘Metal’ trata el corazón metálico e inerte que no actúa por miedo a ser dañado e involucrarse y ‘Madera’ habla de la memoria y la melancolía que existen, a pesar del miedo.

Aunque todo habla del miedo, es un EP con mucha esperanza. Tiene más brillo que ‘La Luz’. Además, por supuesto, son bailables. Como último retoque a todo esto, a aparece el autotune, que es una maravilla.

El trabajo de puertas para dentro es el más complicado y el que más tiempo requiere. Conseguir unas buenas condiciones y un buen booking, entre otros aspectos, hace que cada vez te conozca más gente. No sabes como, pero exponencialmente algo crece y explota. Estamos cerrando una gira para después de verano y haciendo temas nuevos para completar ‘La Materia’ con ‘LÍQUIDOS’ y ‘GASEOSOS’. Ojalá podamos sacarlo antes de que acabe el año.

Hablas de conseguir unas condiciones positivas. ¿Cómo está la industria musical?

Dentro de mi experiencia, que no es mucha, como promotora o mánager, te digo que es difícil para todo el mundo. Creo que tanto para el artista, que no ve un duro, como para el mánager. La cultura de descubrir cosas nuevas no está muy extendida en este país. No sólo a nivel musical. Vale cualquiera. El culinario, el teatral, el cultural en general…

Creo que muy poca gente va a un concierto de algo que no conoce. Es muy difícil luchar contra ello. Siempre utilizo la siguiente símil: “Nunca irías a ver en el cine una película que ya has visto”. Cierto, ¿no? Entonces, ¿por qué se necesita conocer las canciones de un grupo para verle en directo? Parece que no se puede disfrutar de la música sin previo conocimiento.

Considero que la gente va a los conciertos cuando se sabe las canciones, casi más a escucharse a sí mismo que lo que está sonando en el escenario. Así que, para dedicarse a esto, hay que hacer una especia de música de entretenimiento, que quizá pierde esa rama conceptual e introspectiva.

Lo que ha conseguido Rufus T Firefly, con una música sicodélica inspirada en los 70’s, con referencias internacionales, es muy raro. Creo que habla de la gran cualidad artística y del talento que tienen. Ahora bien, lo normal es que llegue lejos el grupo que hace algo divertido y masticado.

¿Penny Necklace puede caer en “venderse” a esto que comentas para gustar?

¡Por supuesto! No lo estoy criticando. Todo lo contrario, yo también he intentado hacer canciones divertidas y de fiesta, con bombo a negras a tope. ¡A mí también me gusta bailar esos temas! Lo que pasa es que no me salen. Creo que cada uno puede hacer lo que puede hacer. A mí no me sale ese tipo de
música. Del mismo modo, le puede pasar lo mismo, pero del revés, a otro artista. Al no estar acostumbrado a componer baladas sentidas, quizá no le sale. Creo que eso también hay que ejercitarlo.
No porque más gente lo escuche creo que sea peor. No estoy en contra de lo popular y lo mainstream. Al revés, hay artistas que hacen temas muy guays pero, ahora mismo, eso no se corresponde con lo que le sale a Penny Necklace.

¿Cuál es el feedback del público?

¡Bien! Es un proceso lento. Cuando eres un grupo más pequeño, nadie te está esperando. Si ‘Radiohead’ saca un disco de hoy para mañana sin avisar a nadie, está todo el mundo escuchándolo en cuanto se entera. Hay que llamar a muchas puertas. He dedicado gran parte de mi tiempo a escribir a muchas personas. “Oye, he sacado esto, me gustaría que lo escucharas cuando tengas tiempo”, les digo. A mi familia, la verdad, les encanta. No sé cómo, pero ‘SÓLIDOS’ ha conectado mucho con ellos. Para mí, lo más importante es llegar a la gente que no conocía de antes. Considero que la oportunidad de tocar como teloneros, en festivales, implica ampliar la familia. Eso es lo que busco.

Que no sólo esté al pie del cañón la gente cercana, claro…

Y la gente que se ha convertido en cercana, sea o no familia. A toda esa gente que viene siempre y apoya este proyecto, les considero parte de mi familia. No sé qué he hecho para merecer eso.

Hablabas antes de cimientos y acabas de mencionar a tu familia. Supongo que es una de las columnas que soportan tu proyecto musical y vital.

Que mi familia apoye esto me ha costado muchos años. Al principio, les parecía mal. Lo veían como un hobby y no entendían que dedicara mi tiempo, ahorros y vacaciones en esto. Creo que, al final, mi entusiasmo y trabajo han conseguido que vean ahora que no era algo pasajero, como una moda, sino mi fin útimo. No sólo a nivel musical, sino también creativo. Mi vida entera gira en torno a ‘Penny Necklace’. Si hago un curso de encuadernación, es para ‘Penny Necklace’. Si viajo, saco siempre alguna idea externa para ‘Penny Necklace’. Forma parte de mí. Mi amigos lo saben.

Quizá tu familia tenía miedo de que lo pasaras mal…

¡Claro! Es el miedo a que no salga bien. Pero es que no todo lo que está establecido como “mejor” o que a todo el mundo “le funciona” me va a hacer feliz a mí. Quizá tendría más tranquilidad económica si aplicara la fórmula empresarial del éxito; correcto. Pero no creo que me hiciera más feliz que esto.

Me flipa colaborar con grupos. Aparte de artista o creadora de contenido, soy una persona muy fan. Escucho los discos de mis amigos, me sé las canciones y voy a sus conciertos, pagando la entrada aunque me quieran invitar. Me parece importante participar del negocio. No voy a criticar que mucha gente no
participe y luego no participar yo, claro.

Me parece muy interesante lo que están haciendo Lázaro, Ganges o Simone, entre otros. Son artistas con los que he coincidido en pequeños festivales o sesiones acústicas públicas. Teresa, de Ganges, es la que hace el vestuario y maquillaje de todos los vídeos que estamos grabando ahora, por ejemplo. Nos
entendemos muy bien.

Cuando compartes una pasión, la cosa cambia. Prefiero mil veces compartir mi tiempo con personas como ella, que me recomiendan música que no conozco, a charlar horas de fútbol, por ejemplo, que no entiendo.

¿Qué no negociarías de lo que está pasando ahora en Penny Necklace?

Buena pregunta. La parte gráfica siempre la he llevado yo. Me gusta, me interesa y creo que es muy importante el modo comunicar, tanto corporativa como digitalmente. He aprendido a tratar los detalles, como el color y la edición. Por muy ocupada que esté, no creo deje el aspecto comunicativo del proyecto. Incluso si hubiera alguien trabajando en ello, sería una cliente un poco pesada. Tengo mi propio criterio y no me vale cualquier cosa. Cuando he colaborado con alguien, ha sido con una serie de directrices a seguir, siempre bajo confianza máxima.

Cuando he dado carta blanca, no me ha ido tan bien, fíjate. Aunque me guste el trabajo de alguien, creo que cada persona crea en función de unos inputs. Claro, los inputs son tan distintos que el gusto varía muchísimo. Creo que hago música pop en general. Puede ir al folk o a la electrónica, pero nunca he hecho heavy ni nada folclórico. El gran cambio desde 2014 fue el idioma. Cuando cambié al castellano, se abrió otro camino.

Para bien, supongo…

¡Sí! Me expreso mucho mejor. Es todo más transparente y sincero. Cuando me escucho en inglés siento que no me representan. No hablan de sentimientos. Eso es lo que, para mí, diferencia un buen tema de un temazo, el mero hecho de expresar.

Hay una palabra que vuelve loco a todo el que la escucha: “éxito”

Escuchar a miles de personas cantar un tema mío, aunque no tenga nada de dinero y no sea nadie, es éxito Aunque no supieran que es mi tema, de verdad. Creo que es lo más grande. He visto eso en alguna película, por ejemplo, y se me ha erizado la piel. Si me pasara, lloraría como una magdalena.

La fama no me molesta. No prefiero ser desconocida. Ahora bien, tampoco necesito una aprobación externa. Creo que soy educada y, quizá, un poco distante. El perfil de persona ‘influencer’ no lo tengo. No estoy acostumbrada a contar mi vida en las redes sociales. Creo que soy amable y cercana, pero, por
generación, no sé hablarle a una cámara. Mi perfil personal, por ejemplo, es privado. Separo mucho mi vida personal de Penny Necklace. Que todo el mundo conozca a Penny Necklace, genial; que hubiera especulaciones sobre mi vida personal y sentimental ya no me haría tanta gracia.

Insisto, mi éxito es poder vivir de la música. De hecho, no tiene por qué ser como cantante, puede ser como compositora también, es decir, de puertas para dentro. Si me tocara la lotería, por ejemplo, invertiría ese dinero en la música.

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