Cristian, más conocido en la industria musical como Alizzz, es esa figura indispensable de la generación en la que vivimos. Su papel de productor ha marcado un antes y un después en la forma de entender los cortes que llegan a nuestros oídos.
Comenzaste tocando la guitarra en varias bandas del under barcelonés, ¿qué echas de menos de esa etapa?
Pues quizás el tocar con mis amigos de toda la vida, que los sigo manteniendo pero cada uno ha hecho su vida y ninguno se ha dedicado a la música que, aunque los sigo viendo, no tengo la oportunidad de estar con ellos haciendo estas cosas.
Sabemos que te mudaste a Berlín y entraste en contacto con la electrónica. ¿Cómo fue ese momento en el que decides dejar la guitarra y lo analógico para empezar en la electrónica?
A mí, una cosa que me pasa, es que cuando escucho algo que me gusta y que me llega intento componer algo en esa onda. Siempre había tocado la guitarra y había hecho cosas más rock y tal y, cuando fui al festival en Berlín, descubrí que había música electrónica interesante y que me flipaba, siendo a partir de ahí cuando me entró el gusanillo de entender cómo se hacía aquella música, ya que no tenía ni idea de nada ni de nadie. Todo fue muy experimental, me bajé un programa y fui probando, fue un proceso muy lento.
A mí me costó un montón de años el empezar a hacer algo que me sonase bien, porque, es lo que te digo, empezaba a toquetear y a hacerlo muy a lo hobby sin saber. Todo esto cuesta mucho si no te lo enseña nadie, ya que creo que en esa época no existían ni los tutoriales de YouTube. Internet existía, no soy tan mayor jaja, pero no había ese flujo de información que hay ahora.
Sí, digamos que fue un proceso muy autodidacta.
Sí, me acuerdo que en la delegación de la SGAE en Barcelona hacían cursos de tecnología y me apunté a uno de Ableton y fue lo que me pegó el empujón para empezar a producir con esto, que es con lo que produzco desde que aprendí.
En 2013 sacaste Whoa! EP, un EP aclamado por la crítica y que aún sigue siendo recordado. ¿Cómo crees que ha cambiado tu visión de la música desde entonces hasta ahora?
Yo tenía una visión, por aquel entonces, de que estaba cogiendo cosas del pop e, incluso, de las radiofórmulas y estaba llegando a algo que me gustase, algo que me saliese como de dentro. Me gustaba mucho esa estética y la música de primer impacto, que la escuchas y ya te engancha, que es lo que pasaba en el pop, y lo llevé a la música de club saliendo de ahí salió el EP de Whoa!
Actualmente, sigo conservando esa fascinación por la música de primera escucha, y ahora como que la he llevado al terreno más masivo, que también tenía ganas de probar a ver cómo se me daba eso. Y creo que lo que conservo de las dos cosas es que sigo trabajando mucho los detalles y, que a parte de conseguir que una canción se te enganche a la primera, lo que hago es ir poniendo trampitas que te hagan ir descubriendo la canción con cada escucha, que te ayuden a redescubrirla y así que dure mucho tiempo, atemporales.
Es inevitable preguntarte por tu carrera junto a C. Tangana. Lo primero que sacasteis juntos fue en el 2014, donde producías un EP llamado Trouble + Presidente. Nos gustaría saber como nació esa unión.
Pues la verdad que no se donde nos conocimos yo y Pucho. Creo que fue porque su manager, que es el mismo que en aquella época, era colega mío y nos conocimos en la Red Bull Music Academy, ya que el manager trabajaba allí y yo había ido alguna vez y fue ahí cuando descubrí su música. Cuando sacó el disco de LOVE´S, que me pareció súper interesante la propuesta, ya que yo nunca he sido mucho de rap, aunque parezca mentira nunca me había gustado mucho el rap español, pero su propuesta me parecía otro rollo y hacía algo con lo que me identificada y me molaba.
A partir de ahí ya nos conocimos, nos hicimos colegas etc. Pero no fue hasta que el sacó la mixtape de Drake, que flipé con ello y me gustó con los sonidos que trabajó. Ahí fue cuando le dije que me molaba su proyecto y que quería participar, que tenía ideas para llevarlo a otro nivel más masivo y que probásemos de hacer algo por ahí. Ahí fue cuando salió ‘Antes de morirme’.
Lo que viene después es ya historia de la música española. Pucho y tú os juntáis para redefinir el pop y la música urbana. Y todos sabemos que os ha ido especialmente bien. ¿Qué hubiera pensado el Cristian del 2013 si le hubieras dicho que en pleno 2019 iba a estar donde está ahora?
Puf, no me hubiese entrado en la cabeza. Son cosas que vas viviendo muy a su momento, me cuesta hacer planes tan a largo plazo. Me hubiese parecido como algo increíble y bueno que lo pienso y digo: “Buah, ojalá me estuviese pasando eso”. A mí es algo que siempre me ha flipado, la música que, aparte de estar en el mainstream, esté en la vanguardia aportándote cosas.
Recientemente te hemos podido ver trabajando con Aitana o Lola índigo, y también con Paula Cendejas. ¿Qué diferencias encuentras entre trabajar con artistas como ellas a trabajar con músicos más asociados a lo urbano como Maikel Delacalle, Jesse Báez o el propio C. Tangana?
No te sabría decir la verdad. No sé, la verdad que intento crear las mismas atmósferas en los estudios y cada uno como persona es súper diferente al otro. Sí que cada uno tiene su personaje, sus historias y cada uno trabajan a su manera, pero, por ejemplo, C. Tangana y Maikel Delacalle no se parecen en nada a la hora de hacer música. Por otro lado, cosas de las que habla cada uno son totalmente diferentes.
También me gusta estar en el estudio con varios de ellos a la vez, por ejemplo, con Paula o con C. Tangana hemos estado en varias sesiones de estudio componiendo juntos.
Ahora mismo, para artistas de tu corte existen muchas más oportunidades que hace unos años. ¿Cuál es la siguiente puerta que espera abrir Alizzz?
Bueno a mí, por un lado, me gusta meterme mucho en los proyectos, no solo hacer unas cuantas sesiones, hacer un tema y decir chao, sino que me gusta desarrollar los proyectos, por eso estoy tan metido en el proyecto de Pucho, lo mismo con el de Paula. Quiero que esos dos proyectos sigan subiendo escalones y alcanzando los siguientes niveles. Es una de las cosas que más me motiva, el seguir desarrollando esos dos proyectos, que son los que más cerca tengo.
Sí que me gustaría que entrasen más proyectos así, en los que me involucrase de esa manera. No se si tengo tiempo de hacerlos todos, pero sí que gustaría encontrar alguien así, lo que pasa que no es tan fácil que algo me llene tanto para meterme en proyectos así ni que cuadre con esa otra persona.
Así que voy a seguir buscando ese tipo de artistas y voy a seguir trabajando en mi sello, que también es una de las ramas en las que más metido estoy.
¿De qué forma surgió este proyecto de tu sello y a dónde lo esperas llevar?
Tengo ganas de, no solo producir los proyectos que están ahí, sino crear también un poco de escuela y sonido, que el sello se convierta en un referente del pop en España.
Y ya para terminar dinos una serie y una canción.
Series te voy a decir Bojack Horseman, es una serie de animación de Netflix que habla sobre un actor de capa caída de unos 50 años que tuvo su éxito en los noventa y que ahora no pasa por sus horas más altas y es la baja a los infiernos de una celebridad. Pese a no compartir edad, me siento muy identificado con lo que le pasa y me parece una obra maestra de la animación y de las series, es una de las mejores series que he visto en los últimos cinco años seguro.
El disco de ‘Romances’ de Luis Miguel, que lo empecé a escuchar por Paula, que es muy fan de el, y me parece una pasada a nivel de letras y de composición, ese tipo de canciones ya no se hacen y son increíbles. Por ejemplo, recomiendo la primera que sale en el disco ‘No me platiques más’ que tiene un arreglo de cuerdas muy bueno.
Preguntas redactadas por Juan Ángel Asensio
Entrevista realizada por Pablo Martín Bravo
Transcripción de la entrevista por Andrés Cabello