Cristina Abad es uno de los rostros habituales de la pequeña pantalla. Actualmente la podemos ver en Servir y proteger y, anteriormente, en Acacias 38. En teatro ha podido compartir escenario con intérpretes de la talla de Concha Velasco y Antonio Resines. Desde Nostromo hemos tenido el placer de entrevistarla y que nos cuente todo acerca de su presente y de cómo afronta el futuro tan incierto en el panorama audiovisual.
¿Cuándo decidiste que querías dedicarte al mundo de la interpretación?
Decidirlo lo decidí cuando tenía 18 años. Durante toda mi vida he estado ligada a este mundillo porque me encantaba participar en las funciones de teatro del colegio y estar y en todo ese mundillo. Yo estudiaba Educación Infantil en Aravaca y tenía que pasar por Moncloa todos los días. Entonces, coincidió que estaban haciendo unas fotos para el metro en Moncloa, y decidí ir con una amiga. Nos hicimos unas fotos tipo carnet y, al cabo de unos días, me llamaron para que hiciese la campaña de metro de ese año que, curiosamente, sigue estando mi cara en los carteles del metro de Madrid. Hice una campaña de fotos y un anuncio y la verdad es que fue una experiencia muy guay. Descubrí que me molaba estar detrás de las cámaras y empecé a hacer figuración hasta que empecé a estudiar interpretación.
Con respecto a la formación de un actor, ¿piensas que es algo que se valora o que no se tiene muy en cuenta?
Visto lo visto, en esta profesión no se tiene muy en cuenta. Sí que es cierto que hay una cosa ahí que es el talento y eso o lo tienes o no lo tienes. Yo siempre pongo el ejemplo de Patrick Criado, que empezó siendo muy pequeño en esta profesión y, aunque en un principio no tenía formación, se ha ido formando con el paso de los años porque él tiene muchísimo talento. Por ejemplo, no todo el mundo que estudia interpretación es válido para este trabajo ni bueno.
Hace ya más de un año te incorporaste a Servir y proteger. ¿Cómo fue tu llegada a la ficción?
Antes de entrar ya conocía a mucha gente de Servir y proteger porque dos de mis mejores amigas trabajan allí: una como actriz y la otra como script. Desde muy pronto me metieron dentro de la familia y me sentí muy querida, apoyada y valorada.
¿Cómo trabajaste tu personaje de Paula Bremón para Servir y proteger?
Tampoco hice gran cosa. Al principio me costó un poco pillarlo porque no había una definición exacta del personaje, pero luego pronto entendí su manera de ser y de defenderse ante diferentes aspectos de la vida. Nos parecemos en muchas cosas y hago que Paula reaccione en muchas cosas como reaccionaría yo. Lo que me cuesta mucho es mantener las bromas de los personajes porque soy una persona que me río mucho. Las dos somos chicas jóvenes que luchamos por sentirnos valoradas dentro de nuestro trabajo y hacer lo mejor posible las cosas.
En Servir y proteger, la mayoría de protagonistas son mujeres. ¿Crees que esto es importante para romper ciertos clichés?
Sí, yo creo que es importante e interesante que haya tantas mujeres policías. Gracias a eso, casi siempre los binomios somos siempre chico y chica. Esto da una visión más común hacia que haya mujeres policías. Yo, cuando empezamos la serie, un día que iba en el coche de producción, vi pasar a un coche de policía en el que iba conduciendo una chica y me sorprendí, aunque automáticamente pensé: ¿por qué me sorprendo? Hace poco, en la serie llevábamos un detenido en el coche de policía y le dijeron a mi compañero Jimmy Castro que condujera él, y le dije al director que siempre salían conduciendo los hombres y que quería conducir yo, que si había algo que explicara que siempre saliera conduciendo él y no yo. Me dijeron que era porque en la serie él era mi superior, pero yo contesté que aún así los dos podemos conducir porque los dos tenemos carnet de conducir. Yo ahí me reivindiqué un poco y dije: «Es que en la vida he cogido un coche en esta serie y yo soy muy buena conductora». Al final lo conseguí y tampoco se me pusieron muchas pegas. Aún así, desde dentro de la serie intentan cambiar muchas cosas para que se vea reflejado un trato igualitario.
¿Cómo es el proceso de trabajar en una serie diaria?
Estoy acostumbrada a hacer un trabajo muy rápido y dinámico y a hacer yo gran parte del trabajo. En las series diarias no hay tiempo. O te trabajas a muerte tus escenas es muy difícil estar brillante. Además, a mí me gusta ver mi trabajo en la tele para así poder mejorar. Yo creo que la forma de trabajar en una serie diaria me hace ser mejor actriz y currármelo más.
En Servir y proteger, ¿en qué ha cambiado el rodaje de antes del COVID a ahora?
Nosotros llevamos grabando desde junio así que ya son muchos meses grabando con COVID. Al principio fue un poco caos y agobios, porque no se podía tocar nada que tocaba otra persona ni nada de eso. Nos hacen pruebas todas las semanas (antes PCR y ahora antígenos). El equipo técnico nunca se quita la mascarilla y en nuestra serie nos permiten a los actores que nos quitemos la mascarilla durante el pase del texto. En el set y a la hora de grabar estamos sin mascarilla y nos controlaos bastante. En Servir y proteger como medidas preventivas se permiten abrazos, pero no besos.
¿Por qué crees que la cultura está siendo especialmente maltratada en los últimos meses?
Se está maltratando mucho en lo que se refiere a los espectáculos en directo porque se desconoce el modo en el que uno va al teatro. Espero que, de algún modo, se valore el mundo del artista en general porque el contenido audiovisual ha sido el que nos ha salvado el confinamiento. Yo espero que eso se valore a nivel político y se den más ayudas para seguir produciendo porque, si vuelve a pasar una situación similar al del confinamiento en marzo, tiene que haber una producción muy alta para que cuando estemos en casa no nos amarguemos más de lo que ya estamos.
¿Cómo afrontas como actriz esta situación tan incierta y desoladora que nos está tocando vivir?
Hace poco cuando dijeron que a lo mejor nos volvían a confinar al 100% pasé un poco de miedo porque yo no puedo volver a estar otros 3 meses sin trabajar y sin hacer nada. En periodos de mi vida he estado en paro más de 3 meses pero los he disfrutado porque he podido viajar, por ejemplo. Me da miedo que se me termine el contrato en Servir y proteger y pensar que si no se ponen a producir a saco, que cuando voy a poder volver a trabajar. Aunque también es cierto que eso ha pasado siempre, con COVID y sin COVID.
¿Cuál es tu sueño profesional?
Lo primero que me gustaría es poder vivir siempre de esta profesión. Yo soy optimista y positiva y pienso que eso va a ocurrir. También me encantaría hacer cine y trabajar con Rodrigo Sorogoyen. Por otro lado, aunque sea más difícil de cumplir, me encantaría estar en un proyecto americano y poder trabajar con gente a la que admiro tanto.
Por último, ¿cuál es tu serie favorita y por qué?
Lo tengo bastante claro: This Is Us. Yo empecé a verla en la última época del confinamiento y se ha convertido en mi serie favorita. Cuando me preguntan de qué va, digo: «No sé, de nada. De la vida de una familia y de los problemas que tienen las familias, las personas y de cómo se van humanizando». Empatizas con todos los personajes y les coges muchísimo cariño. Te hace pensar mucho en ti y en tu vida. Además, tratan mucho el tema del amor y yo, al ser una persona que valora mucho el amor, pienso que la serie la debería ver toda esa gente que valora tan poco el amor.