En pleno centro de Granada, en Plaza Universidad, se alza una de las tiendas y emplazamientos físicos, que entre sus paredes encierra más tesoros en calidad cultural y humana, y al que no puedes permitirte no visitar si pasas por allí, Discos Bora Bora.
La tienda regentada por Mariajo y Gonzalo ha sido durante estos 8 años que llevan abiertos, la casa de la música, los músicos y los oyentes, convirtiéndose en un punto de peregrinación para todo aquel que disfrute de este arte en todas sus vertientes.
Bora Bora es una tienda de discos, que en un principio se pensó para vender vinilos de segunda mano, pero que, a lo largo de los años, esto a pasado a ser una de las tantas cosas que ofrecen, siendo famosos también por sus conciertos o showcases dentro del establecimiento.
Desde Nostromo nos cargamos con la cámara y una lista de preguntas, y nos acercamos allí, a hablar con los majísimos dueños de esta emblemática tienda de la ciudad ‘’granaina’’.
Para empezar, contadnos un poco en que año empezó esto y como.
Mariajo: Pues todo empezó en 2012 que los dos estábamos en paro. Gonzalo era diseñador gráfico, yo tenía otro negocio, pero España pasaba por una mala situación de crisis y en mitad de todo eso, decidimos arriesgarnos a montar otro negocio, y ya que podíamos elegir pues dijimos, una tienda de discos.
Gonzalo: Si, la idea de este negocio como tal también viene de que nosotros siempre hemos sido coleccionistas de discos. Siempre hemos estado buscando en ferias, almacenes, tiendas etc. Por lo que es una materia que dominábamos bastante bien.
2. Metidos ya en el 2012, se sabía que la industria del formato físico había perdido la batalla contra el digital y aun así iniciasteis el proyecto. ¿Por qué?
M: Pues al principio fuimos un poco a la aventura sin pensar en eso, nos liamos la manta a la cabeza y tiramos para adelante, pero si es verdad que el streaming nos daba un poco de miedo.
G: Si, la verdad que nos daba un poco de respeto, pero al final hemos comprobado que es una manera con la que el público, puede probar el producto antes de escucharlo.
Antes te gustaba una canción de un disco y te lo comprabas entero, sin saber si el resto te interesaban o si te iban a gustar, ahora con el streaming puedes escuchar el disco y si te gusta entero te lo compras.
M: Si, es verdad que ya no viene gente como antes, que miraba el sello discográfico que lo producía y se lo compraba porque se fiaba, ya la gente viene a tiro fijo, no van a la aventura.
¿Creéis que es mejor o peor este modo de consumir la música?
G: Yo creo que es mejor, viene mucha gente que dice, oye pues he escuchado esto en Spotify, me podéis pedir este disco o buscármelo a ver si lo encontráis etc.
M: Yo no estoy tan segura (risas). Quita un poco la aventura y la espontaneidad, pero bueno sí, según lo que dice Gonzalo, son dos formas de consumir música que se pueden complementar perfectamente.
Además del vinilo, que es vuestra carta de presentación, ¿qué más podemos encontrar en Bora Bora?
M: Cuando abrimos en 2012, nuestra idea principal era el vinilo de segunda mano si, pero claro aquí en Granada no puedes vivir solo de eso (risas).
Fuimos ampliando nuestro catálogo, y ya empezamos a meter vinilos nuevos, libros, que a día de hoy es una de las partes fundamentales de la tienda, merchandaising de grupos y un poco todo lo que tiene relación con la música.
He visto incluso por ahí en una esquina que vendéis una guitarra antigua.
M: Si, pero esa parte pertenece a unos amigos nuestros, entre ellos Alex de Lori Meyers, que es un rincón donde venden cosillas de alta fidelidad, material vintage y restaurado etc.
Supongo que todo surge también de una pasión absoluta por este mundo, ya que, a primera vista, como nos contáis, esto no es un negocio pensado para hacer grandes cantidades de dinero.
G: Claro, no dijimos vamos a montar una tienda de disco porque me voy a hacer rico (risas). Simplemente viendo como estaba el panorama por esos años, lo vimos un negocio muy acertado para nosotros. Yo he estado toda la vida escuchando música con mis hermanos en mi casa, tanto los Beatles como Triana etc. Y he venido de esa tradición.
M: Si, totalmente. Además, él fue el que animo un poco todo este proyecto, ya que ha sido Dj durante muchos años y siempre ha sido el más melómano en todos los sentidos.
¿Alguna vez ha corrido peligro el negocio?
M: La suerte que tuvimos en ese momento es que no teníamos nada que perder, porque no había dinero (risas).
Esto se fue construyendo muy poco a poco y ampliando la tienda de manera, que no le debíamos dinero nunca a nadie, por lo que, aunque nunca hemos ganado mucho con esto, hemos ido sobreviviendo y no ha habido nunca amenaza de cierre.
La vuelta del vinilo os ha resucitado. ¿Creéis que este furor por el viejo formato es una vuelta al romanticismo de comprar en físico, o es una simple moda que tal cual ha venido, se ira?
M: Yo creo que el vinilo es algo que ha llegado para quedarse. La gente necesita tener algo físico y no tan en la nube. Todo obviamente es subjetivo, pero la sensación de tener un disco en tus manos, abrirlo y ponerlo es algo único.
Además de todo esto, los grupos cada vez mas se curran las portadas, reeditan sus álbumes en vinilo y se esfuerzan mucho por revivir este formato, y eso hace que las nuevas generaciones se enganchen mucho a esto.
¿Por qué el vinilo si ha sobrevivido y no el CD? A pesar de que sea mas barato, mas compacto y suena con más fidelidad
G: La principal razón creo que es, que la calidad de un CD ya la puedes conseguir descargándote los archivos de internet, o escuchándolo en streaming. El sonido y la calidad de un vinilo no se puede descargar ni encontrar en otro sitio que no sea un vinilo.
Es como al que le gustan las motos y puede diferenciar los sonidos de cada una de ellas porque es característico de un modelo y otro.
¿Creéis que las nuevas generaciones pueden llegar al mismo sentimiento acostumbrados a la era digital, que alguien que haya nacido con el vinilo? Esa calidez y ese sonido tan característico.
M: Yo creo que sí, es lo mismo, pero en otra época
G: De hecho, lo valoraran más, ya que acostumbrados al sonido del digital, cuando aprecien la calidez del vinilo, eso será otro rollo (risas).
Dicen que escuchar un vinilo es casi un ritual, el encanto de sacar el disco, limpiarlo, preparar la aguja, y mientras lo escuchas ver la portada, leer las letras etc. ¿Qué teneis que decirnos de esto?
M: Totalmente, como ya te he dicho antes, una de las partes mas importantes del vinilo y también un poco de los formatos físicos, es esta ceremonia de tenerlo en tus manos y disfrutar del arte de la caratula, leer las letras etc.
No seria lo mismo sin este proceso.
¿Recordáis algún disco especialmente memorable o muy especial que haya pasado por Bora Bora?
G: Ediciones raras y curiosas hemos tenido mogollón. Una cosa de la que nos preocupamos especialmente en Bora Bora es de eso, de tener discos y ediciones mas especiales o raras, ya que novedades puede tener cualquier tienda. Hemos tenido versiones israelíes o Japonesas de los Rolling, Rusas de Led Zeppelin.
Una vez tuvimos aquí una edición muy rara de un disco de Jimi Hendrix, y el propio museo de Seattle, nos llamo para que se lo mandáramos. Nos hizo una ilusión tremenda la verdad.
M: Obviamente lo pagaron (risas).
Da pena que salgan de la tienda la verdad, pero nos dedicamos a esto, tenemos que venderlas.
¿Y hay algún artista que últimamente se esté vendiendo mucho?
M: Depende del año claro, pero este sin duda ha sido el de la fiebre de Queen.
Si hablamos del ámbito nacional, uno de los que más se ha vendido ha sido Rufus T. Firefly, aparte de por lo bien que suenan, porque se han currado el formato un montón.
G: Sí sí, se han trabajado muchísimo el álbum, tanto la portada que llama mucho la atención, como el interior que tiene unas laminas impresionantes, e incluso olor. De hecho, al principio éramos la única tienda física de España que vendía el disco de Rufus, es curioso.
Bora Bora también ofrece eventualmente showcases o conciertos en la propia tienda. Contadnos un poco más sobre esto.
G: Lo de los showcase empezó un poco como promoción más que nada, para que la gente viniera a ver el concierto, se pasara por la tienda y la conociera. Al principio era así, cualquier grupo que quisiera tocar, aquí tenia su casa, y poco a poco tras 8 años que lleva Bora Bora abierta, han pasado por aquí desde Nacho Vegas hasta Iván Ferreiro, pasando por Mujeres, Viva Suecia, Carolina Durante etc.
M: Llevamos justo 380 conciertos, que se dice pronto (risas).
¿Qué creéis que tiene Bora Bora para que todo el mundo quiera venir y tocar aquí?
M: Yo creo que es por nosotros mas que nada, porque somos todos amigos, nos conocemos de hace muchos años y estamos muy metidos en este mundo. El factor humano hace mucho y Gonzalo al llevar tantos años pinchando en festivales y tal, conoce a muchísima gente de la escena, entonces es mucho mas natural de lo que parece.
No conocemos a todos los grupos de España, pero, poco a poco se va corriendo la voz y la gente cada vez que pasa por Granada, nos llaman y nos dicen que quieren tocar aquí.
G: También es eso, que lo que ofrecemos aquí, esa cercanía con el publico y ese ambiente tan íntimo no te lo da cualquier sitio, y muchos grupos echan de menos esa sensación de calor de los inicios, que no te pueden dar los escenarios mas grandes.
¿Pensáis que esto os ha dado también una especial relevancia y difusión?
G: Por supuesto, nosotros no nos hemos gastado ni 200 euros en publicidad en 8 años (risas).
Quiero decir a raíz de la propia gente que viene a ver los conciertos, los artistas que tocan y todo ese entramado, nos han dado parte de la publicidad que necesitábamos para llegar hasta aquí.
M: Vaya es que nosotros ni de coña nos imaginábamos al principio que iba a tocar la gente que ha tocado aquí (risas). Es un sueño, estamos super agradecidos con todos, porque los primeros que lo pasamos genial somos nosotros.
¿Tenéis guardado con especial cariño algún concierto que hayáis hecho en todos estos años?
M: Puff, un montón. Así de primeras, yo recuerdo el de New Raemon, que fue increíble.
G: Sisi el de New Raemon fue bueno, de hecho, tocaron más tiempo aquí que en la propia sala Planta Baja, que era a donde venían en un principio. El tío estaba a gusto, el público estaba así muy calladito, la tienda con muy poca luz y se creo un clímax muy bonito.
M: Me da coraje porque no me quiero olvidar de ninguno (risas), pero ha habido muchísimos memorables como Fernando Alfaro, León Benavente etc. Cada uno tiene su toque especial.
¿Habéis organizado alguna vez un concierto fuera de la tienda?
G: Lo hemos pensado, pero en realidad el encanto de Bora Bora es este que veis, la tienda en sí, sino no tendría mucho sentido.
M: Claro, no tendría la misma gracia, el ambiente intimo de la tienda, el aforo tan limitado etc. Entonces si hacemos ya algo fuera que sea un concierto y ya está, pero no tiene nada que ver con esto.
¿Nos podríais decir un disco de vuestra adolescencia o juventud que os marcara y que todavía conservéis?
M: Un montón la verdad, pero bueno si me tengo que quedar con uno, Descanso Dominical de Mecano, que además lo tengo justo aquí (risas) (muestra el disco).
G: El White Album de los Beatles sin duda. Me se el orden de las canciones, con que nota o acorde empieza cada una, lo que duran etc. Ese disco lo machaque una y otra vez sin parar.
Dadnos un buen argumento o una razón de peso contra la típica frase, ‘’Para que voy a comprar discos, si tengo toda la música en internet gratis’’.
G: El ser humano por definición, necesita tener cosas, hay algunos que llegan a la enfermedad, pero lo necesitamos (risas).
Siempre nos gusta tener algo manipulable, que tengas en la estantería, lo veas, lo cojas, lo toques y lo vuelvas a dejar, ya sea un libro, un disco, una figurita etc.
Somos materialistas en nuestra naturaleza, por lo que creo que, aunque se venda más o menos, el comprar cosas en formato físico nunca se va a perder.
¿Alguna recomendación sobre a quién deberíamos entrevistar próximamente?
M: Si os tengo que decir un solo grupo, Las Odio. Tienen un discurso super interesante y montón de cosas que merece la pena escuchar, sin duda tenéis que entrevistarlas a ellas.
Un libro, una canción y una película.
M: Un libro, Yo soy Brian Wilson y tu No, una canción, Marina D’or de Colectivo da Silva y películas te tengo que decir 2, Donnie Darko y Melancolía, no puedo elegir.
G: Un libro, Entre Limones que es de Christ Stewart, el batería de Genesis. Una película, Los fantasmas atacan al jefe y finalmente una canción, no te puedo decir ninguna. Cada época de tu vida tiene una banda sonora y unos matices que te hacen ver la música de forma muy variable, y es como si le preguntas al frutero, cual es su fruta favorita. No te puedo contestar a eso y espero no poder hacerlo nunca (risas).
