Hemos tenido el gusto de conocer más a fondo a este Malagueño que decidió dedicarse al mundo de la interpretación para algunos tarde, pero pisando fuerte y con la gran ilusión de un luchador. Actor de teatro y televisión, comprometido con las causas sociales y soñador se define como una persona valiente.No tiene aún Wikipedia, con lo que os animamos desde aquí a leer esta entrevista y sobre todo a conocer más y más a este gran actor sureño.
¿Cuándo te diste cuenta que te querías dedicar al mundo de la interpretación y dejar atrás tus estudios de topógrafo para comenzar una nueva aventura?
Bueno, fue una decisión en un momento en el que yo ya había tomado contacto con la tele, ya que yo soy de Coín y los estudios Loasur dónde se rodaba Arrayan, me pillan al lado de casa. Ahí trabajaba como pertiguista y sonidista y por todo el contacto con los compañeros actores y técnicos tomé la decisión de estudiar arte dramático y probar suerte.
Desde los 18 años, a raíz de hacer teatro con una compañía de mi pueblo, se me había metido el veneno en el cuerpo y quería irme, pero hasta los 28 años no me decido a irme a Madrid a estudiar en el Laboratorio William Layton.
Los inicios ¿fueron complicados?
Soy cociente de que me fui tarde a estudiar, pero como ya iba tarde con todo más o menos o no porque el que se vaya es una cuestión mental, me lo tome con calma. No empecé a hacer casting hasta que no terminé de estudiar a los 31 años y no empecé a probar suerte, primero quería estar preparado.
Y bueno, difícil como todo, pero como siempre era desde la ilusión y desde la humildad, tampoco había una ansiedad por conseguirlo todo de forma inmediata.
Hasta el pasado mes de abril se te pudo ver en Jauría, una obra de teatro que retrata el caso de la manada ¿Cuál fue tu primera reacción al conocer que ibas a formar parte de ese proyecto?
La primera reacción es muy positiva ya que, desde un plano egoísta y artístico, trabajar con Miguel del Arco y Kamikaze era un sueño que quería alcanzar. Y, por otro lado, desde la cuestión social también me motivaba muchísimo desde el principio. Yo siempre he dicho que me considero una persona feminista progresista y claro, tocar un tema tan controvertido y polémico y mediatizado para poder llevarlo en teatro me motivaba mucho.
Acto seguido llega el miedo, que conociendo el rigor del caso y también el gusto de Kamikaze, me planteé como se iba a llevar acabo la obra.
¿Fue complicado asumir el papel de componente de la manada? ¿Cómo preparaste el personaje?
María Hervás, que hace el papel de víctima en la obra, defiende su profesión como una militancia, somos actores, pero también tomamos partido en nuestras decisiones y en nuestra forma de hacer las cosas.
Era una historia que es real que está candente y que por muy reciente que fuera tal y como está el sistema y el mundo, y como están resurgiendo de las cenizas algunas tendencias políticas y replanteándose ciertas cosas sobre los derechos de las mujeres, pienso que era una oportunidad de tomar partido y de contar y sobre todo de posicionarse. Me interesaba saber por qué actúa alguien como actúa para hacer algo así, me llamaba la atención meterme en la piel de estos sujetos para ver que hay dentro de ellos para cometer esta fechoría y hacer un acto de esa magnitud contra la persona. Arrebatarle sus derechos y tomarla como un objeto.
Los actores somos como los abogados de la defensa, tenemos que defender ese papel y dar la oportunidad de defenderse al personaje, aunque yo desde mi punto de vista no podía hacerlo, pero como actor tengo ese cometido.
Ha sido esclarecedor y ha dado un poco de miedo y vértigo ya que a ellos los señalamos con el dedo y decimos que no tenemos nada que ver con ellos, con ese monstruo, pero cuando los investigas hay miedo ya que hay cierto paralelismo con la sociedad y con la educación que recibimos. Vivimos en una sociedad machista y tenemos ciertos comportamientos asumidos, que aun estando a muchos grados, hay patrones similares.
A lo largo de las representaciones nos hemos dado cuenta de que Las mujeres salen muy afectadas de la obra al verla, y a los hombres les pasa algo muy similar cuando se ven reflejados en ese espejo y reconocen que hay algo de la manada en ellos, y salen muy perturbados. Ellos se creían muy progresista y feministas, pero hay patrones de comportamiento como dudar de lo que ellos mismo hubieran hecho a lo largo de esa noche o tener un pensamiento acusador que desmonta a muchas personas.
¿Vamos a poder ver nuevamente Jauría en los teatros?
En la web del teatro kamikaze van avanzando la gira que tenemos. Empezará a partir de octubre y creo que hasta junio de 2020 vamos a tener bastante movimiento.
Además del teatro, también te vemos actuar en la serie Brigada Costa del Sol. ¿Con qué formato te quedarías?
Soy un enamorado de la mentira que es el cine y la tele y al tener experiencia en la tele desde pequeño, lo primero que he conocido, es el trampantojo de la misma, pero una vez que empecé a estudiar teatro, creo que es el sumun de la interpretación. Un trampolín que saltas y hasta que no caes al agua y terminas es toda una continuidad absoluta de narrativa y estar en el personaje es una totalidad y puedes darme a un mismo personaje cada día más matices. Pero cada medio tiene su cosa. Aún cine no he probado, pero me gustaría.
¿Te has planteado estudiar algo que también implique estar detrás de la cámara?
Sí, me llama mucho la atención la dirección y no lo descarto. Llegar a investigar más y hacer mis propios proyectos sin más ambición que realizarme en ambos aspectos. Pero al ser un recién llegado a esto de la actuación, quiero seguir y estar donde estoy y no meterme en más berenjenales.
¿Alguna Anécdota que nos puedas contar en estos años de profesión?
Me acuerdo cuando aún estábamos en la época de los politonos y un día estábamos grabando una serie que se llamaba Cómplices en una villa de lujo en Estepona y estábamos rodando con todos los actores y serían las ocho de la mañana, en esa época yo curraba de pertiguista y empecé a oír algo raro y de la nada salió una señora que se había quedado dormida al lado de la piscina con su borrachera gritando “Aquí sois todos unos maricones” y como todo quedó grabado, hasta el final del rodaje de la serie todos los compañeros tuvimos el politono de la señora en nuestros móviles.
Has compartido ensayos con un elenco de actores y actrices de amplio recorrido. ¿Hay algún compañer@ con el que te haya hecho especial ilusión trabajar?
Bueno, en cada proceso vas conociendo más a las personas y yo aún tengo algo más idolatrado a muchos actores por mi poca experiencia. Se supone que tiene que haber rivalidad por egos y sinceramente me encuentro con gente maravillosa y muy generosas. María Hervás me parece una actriz sublime y como persona mejor. Alex García, Martiño, Nacho Mateos que es un amor puro y no sé, de este equipo con Raúl Prieto que ya era amigo previamente y es uno de esos actores que cuando vi actuando me quedé sorprendido y hasta una vez le dije antes de ser yo actor, “Raul, estoy enamorado de ti” (entre risas).
¿Con qué actor o director te gustaría trabajar en un futuro?
Me haría una Ilusión muy grande con Paul Thomas Anderson, director de Magnolia que es la primera película que me impacto realmente. Con Sorogoyen, hay tantísimos que no se decirte. Con todos los que he trabajado me gustaría repetir. Tanto en teatro como en cine y televisión, en todas las artes se ha mejorado mucho y se están haciendo grandes cosas.
No te he dado el nombre de ninguna directora y me parecería muy interesante trabajar con Marina Seresesky, Leticia Dolera, Lucia Carballal entre muchas otras.
¿Cuáles son las metas de Fran Cantos en el mundo de la interpretación?
No dejar de trabajar nunca.
¿Qué mensaje te gustaría mandar a alguien que este leyendo esta entrevista?
Hay que ser valiente y hay que olvidar los pequeños matices que nos frenan a diario para luchar por lo que queremos. Sin lucha no hay conquista ni la felicidad ya que esta está detrás de todos estas rupturas y anclajes que no nos dejan formar parte de todas nuestras decisiones. Valentía y coraje para crear un escenario maravilloso dónde vivir
Nos gustaría saber tres cosas sobre ti que no sepa nadie
Soy muy transparente la verdad, pero el secreto de que yo siempre este sonriendo es el agua de Coín que cada vez es más escasa. Soy especialmente maniático reciclando. Soy un reciclador de productos elaborados para deconstruirlos y tirarlos en su lugar correcto. También, me encanta el olor a campo con todo lo que implica, lo natural.
Por último, una Película, un libro y una canción
Como película Magnolia me abrió los ojos, pero hay una que debería de ver todo el mundo ya que te hace pensar bastante que es Network, un mundo implacable. Me quitaría una uña del pie de por vida para trabajar con Sidney Lumet.
Libro, pues ahora me estoy leyendo Nuevos hombres buenos: La masculinidad en la era del feminismo que es de un antropólogo y habla sobre las nuevas masculinidades y te apetece abrazar al libro porque te descubre cosas muy chulas.
Disco o canción pues a ver, Grace de Jeff Buckey o un grupo también andaluz de rock de los 70 que me encanta es Smash.