Isma Romero (Valencia, 1992) es a rock & roll, como rock & roll es a frescura y ritmo.
Inmerso en la presentación de ‘Cara a cara’, su último trabajo –de la mano Bely Basarte, David Otero, Andrés Suárez y un buen puñado de emociones–, atiende a ‘Nostromo Magazine’ y nos abre la puerta de su casa.
Gracias por acogernos en tu salón, en primer lugar. ¿Qué tal estás?
Muy contento. De promoción día tras día y con muchas ganas de seguir así. Se trata de ir labrando el camino poco a poco. Hoy en día, con toda la información que tenemos por segundo y la saturación que ello conlleva, estoy muy agradecido de que haya personas que se paran un ratito a escuchar mi música.
Eres el primer rockero que trata las cicatrices como algo positivo… (creo).
Las cicatrices son la consecuencia de haber reído y llorado. De sentir, en definitiva. Nos las llevamos a la eternidad. Sin embargo, en este caso, lo que quería reflejar no era la tristeza de una herida sino el lado positivo de las mismas. Hay cicatrices bonitas. Son parte de nuestra evolución.
En mis canciones hablo de mi vida. Me cuesta mucho inventarme algo, porque no se me da bien. Soy más un cantautor que un contador de historias.
La vida son cambios y sacrificios en busca de objetivos. La tuya también…
Total. Para que algo te haga feliz, algo que hay que sacrificar. Llevo tocando desde los 15 años. Me vine a Madrid a los 18 años y, desde entonces, disfruto de la música. No he venido a luchar con nadie sino a forjarme un camino, una carrera. Pienso que la suerte hay que provocarla. No sé si habrá alguien que se llame “suerte” o “fortuna”, pero podemos decir a ciencia cierta que es algo que nos mueve. En mi caso, digo orgulloso que he trabajado mucho. Me han cerrado muchas puertas. Tengo la suerte de haber trabajado con grandes músicos, por otro lado.
Entre músicos y para los lectores de ‘Nostromo Magazine’, ¿qué es el éxito?
No me considero un músico inventor. Está todo inventado. Eres músico y sabes de lo que hablo perfectamente. El lado que podemos ofrecer a la gente son las canciones. Me considero una persona que entiende lo que toca y lo que hace. Todo tiene una finalidad. En este caso, vital. A raíz de eso, van saliendo cosas. Voy buscando mostrar mi lado personal, muchas veces.
Cada uno mide el éxito de la forma que vive la vida. Cada uno tiene sus problemas y sus historias. No todos interpretamos las emociones. Eso es una verdad como la vida misma. Para mí el éxito llegó hace tiempo. Hago lo que me gusta y estoy con la gente que siempre soñé. Otra cosa es el reconocimiento. Yo vivo de la música desde que cogí una guitarra, ya sea dando clases o haciendo música en conciertos, tanto en bandas de versiones como en solitario.
Eres un currante nato y puedes decir orgulloso que vives de tu pasión…
También he malvivido de la música, con momentos desastrosos. Ovidi, de ‘Los Zigarros’, fue mi profesor de guitarra. Ellos han currado a tope y esa es la dirección. Currar y seguir currando.
La vida cambia, pero no hay ningún año que no hayamos estado Ovidi y yo en contacto, por ejemplo. Para mí, es una persona admirable. He aprendido mucho de él. Si tú te crías bajo la filosofía de la emoción y de contar tu verdad, siempre habrá gente fuera que lo entienda igual. He ido conociendo personas por el camino que han currado mucho. Siempre he intentado aprender de ellos. De momento, me va bien.
¿La música como familia o como industria de competencia sana?
En la música hace falta que haya sentimiento de equipo. Lleves los años que lleves en la música, todo el mundo empieza de cero. Tengo la suerte de haber podido compartir escenario, canción y momentos muy positivos con personas y artistas a los que he admirado desde siempre. Creo que todo eso se debe a ser fiel a uno mismo y, supongo, caer en gracia.
¿Qué queda del Isma Romero que cogió una guitarra por primera vez?
Queda todo. Si no, no estaría aquí. Quedan los valores. Lo que hay por dentro. No soy la misma persona que entonces. Y mañana no seré la misma persona que hoy. Todos los días vivimos cosas que nos hacen evolucionar. En la vida, es muy necesario (parece que tengo cien años) aprender de lo que duele y de cuando, a veces, las cosas no salen bien. Son necesarios también los momentos duros.
¿Cuentas pendientes? ¿Futuras colaboraciones? Si algo es Isma Romero es un artista con la mente abierta.
Hay muchas cosas que quiero hacer aún. Sobre todo en cuanto a colaboraciones. Siempre me han fascinado. Para mí, colaborar con la familia musical en la que has crecido es fundamental. Me encantan. Nunca voy a olvidar haber colaborado en directo con ‘Los Zigarros’, ‘Sidecars’ y con Tarque. Les admiro muchísimo y me gustaría, algún día, dejar temas con ellos grabados. En este disco he grabado con Bely Basarte, David Otero y Andrés Suárez. Ha sido un inmenso placer hacerlo. A ellos también les admiro. Con Rubén Pozo grabamos un tema en el primer disco. ¿Con quién me gustaría colaborar en un futuro? Con Pau Donés, con Fito… hay muchísimos nombres.
De todos ellos he aprendido. Musical y personalmente. A parte de los músicos internacionales más míticos, creo que hay que fijarnos más en los artistas nacionales. Mis referencias se encuentran sobre todo en la música hispana. Hacer Rock & Roll en español no es nada fácil. Hay que hablar más de ‘Ariel’, de ‘M-Clan’… ¿no?
Dylan y compañía molan mucho. Es cierto. Ahora bien, ¿y la música de aquí? Hay artistas españoles que hacen música a la altura de Bob Dylan. Seguramente lo que acabo de decir sea hasta una burrada. Ahora bien, creo que el éxito y la idealización es la que le damos nosotros a las cosas. Ahí lo dejo.
Siempre se habla de sueños. Esta charla no iba a ser menos.
Tiempo atrás me planteé la vida con más sueños que expectativas. Paso de planificar. Quiero vivir cada momento como si fuera el último. Que llegue lo que tenga que llegar. Quiero seguir haciendo música, cada vez para más gente. No me quiero bajar de esta nube.
¿Eres consciente de que habrá quien te vea como referencia musical?
Aún estoy yo para dar consejos. Arriesgarse es parte de esto, egos y chorradas al margen. ¿Qué es el éxito? El que cada uno quiera. Cuanto más tienes más quieres. Así que siempre hay que seguir luchando.
¿Qué mensaje le darías a la persona que esté leyendo esta entrevista?
Les diría que espero que sean muy felices con lo que hacen. La vida pasa muy rápido. Ojalá estén a gusto con lo que hacen. Con trabajo, todo llega y todo pasa.