Pol Monen: “Me gustaría que el feminismo no fuera solo una moda, que hubieran cambios reales”

Ring. Ring. Al tercer tono se descuelga el teléfono con un tímido ¿Hola? y encontramos a una de esas personas que a sus 23 años ya ha sido camello en un pueblo gallego, hombre convertido al islam por amor y torero. Charlamos con Pol Monen, intérprete catalán nominado a mejor actor revelación por su película ‘Amar’. Feminista, viajero y fervoroso apóstol del esfuerzo y del trabajo duro: “Nada me ha caído del cielo”, asegura. Con más de 30 mil seguidores bajo su @ en Instagram, Pol nos deja muy claro a quien se llevaría a una isla desierta y con qué requisito, se desnuda emocionalmente para contarnos qué método sigue a la hora de separarse de sus personajes tras un rodaje y cómo practica la filosofía del ‘Hakuna Matata’ con sus haters.

Pol, con todo el éxito que has tenido en Amar, la nominación a mejor actor revelación y tu serie en Telecinco Vivir sin Permiso, ¿crees en eso que dicen que el teatro tiene una magia especial o prefieres ahora las cámaras?

Creo que el teatro es lo más puro del oficio. La mayoría de actores la primera vez que representaron fue en el teatro frente al público. Son trabajos distintos y ninguno es más fácil que el otro. Una de las diferencias es que en el cine existen unos códigos, y a nivel técnico estás más limitado en el espacio. Lo que sí pienso es que el cine consigue una intimidad especial al tener una cámara muy cerca. Eso es complicado en el teatro, a no ser que el espectador se encuentre en las primeras filas. Yo he hecho más cine que teatro, sin embargo mi formación ha sido básicamente de teatro, en el Estudio Corazza.

Cuando iniciaste tu carrera como actor, ¿tuviste unos inicios duros? ¿O todo fue más o menos sobre ruedas?

Me considero afortunado por estar trabajando de lo que me gusta siendo tan joven. No es así en la mayoría de casos. A pesar de ello, no creo que haya nacido con una flor en el culo. Creo que lo que he ido consiguiendo con el tiempo, y las oportunidades que me han dado, están respaldadas por mucho trabajo y por la formación que he adquirido en estos años. Empecé con papeles pequeños hasta que tuve mi primer papel protagonista en Amar. Sí es cierto que a partir de la nominación sí que me ha llegado más trabajo.

«La idea de solo compartir con alguien una isla entera me agobia un poco»

Creo que a raíz de tu nueva película ‘A quién te llevarías a una isla desierta’ la pregunta es obligada. ¿A qué o quién se llevaría Pol Monen a una isla desierta?

Me llevaría a un ingeniero, para construir un embarcadero y traerme a quien quisiera. La idea de solo compartir con alguien una isla entera me agobia un poco.

En tu nueva película vuelves a compartir rodaje con María Pedraza. ¿Qué tal es el ambiente con ella y el resto del elenco?

Volver a trabajar tan pronto con ella creo que ha sido un regalo inesperado para los dos. Los dos pensábamos que en algún momento íbamos a volver a coincidir, pero no esperábamos que fuera tan rápido. He sido muy feliz, además han cambiado mucho las cosas para los dos desde que rodamos Amar, hace dos años. Considero a María una amiga, por encima de todo.

Pol Monen por Valero Rioja

¿Hay algún director con el que tengas especialmente ganas de trabajar?

Me gusta bastante Paula Ortiz. Hice un anuncio con ella, pero me gustaría trabajar con ella de otra forma. Me gusta mucho Isabel Coixet y también Sergio G. Sánchez.

¿En qué proyectos estás trabajando ahora, Pol?

La semana pasada terminé ‘Salir del Ropero’, la ópera prima de Angeles Reiné. Es una comedia rodada en Lanzarote, que cuenta la historia de dos abuelas que deciden salir del armario y casarse cuando sus maridos ya han fallecido. La historia gira en torno a estas dos mujeres y a las reacciones de sus familias ante este evento, que representan un reparto conformado por Verónica Forqué, Rosa María Sardá, Candela Peña, Mónica López así como también están Ingrid García-Jonsson, David Verdaguer y María Caballero.

«Aportar uno mismo es imprescindible, pero si estás en buenas manos deber dejarte guiar»

¿Nos puedes comentar tus rutinas a la hora de prepararte un personaje?

No tengo una rutina o método que utilice siempre, cada papel requiere de ciertas cosas. Lo que sí hago es ensayar siempre antes, ya sea para prepararme un casting o cuando ya tengo el papel. Muchas veces dispongo de poco tiempo, me ha pasado que tenía que preparar un personaje para una película en un mes o tener dos semanas solo para los ensayos; en teatro sí hay unos plazos más holgados para esto. Lo importante es saber qué quiere contar el guion y cuál es la visión del director, y crearlo entre los dos. Aportar uno mismo es imprescindible, pero si estás en buenas manos debes dejarte guiar.

¿Te ha afectado a nivel emocional o psicológico interpretar algún personaje?

No, es un placer enorme. A veces siento cosquillas antes de empezar un rodaje, porque hay unas expectativas entre lo que te gustaría hacer y lo que llegas a hacer; pero es un proceso muy divertido. He hecho personajes súper distintos: en Vivir sin Permiso era un camello de un pueblo de Galicia, en la Reina del Sur interpreto a un torero, en Salir del Ropero soy un hombre que se ha convertido al Islam por amor…

Sí que hay veces que el personaje se queda pegado. No te abandona al terminar el rodaje. Igual tardas una semana o dos en despegarte de la historia. A mi a veces me gusta hacer un pequeño ritual de despedida. Por ejemplo, el personaje de Tu hijo, que es el más oscuro que he interpretado, para despedirlo me di una ducha muy consciente. Necesitaba limpiarme con agua calentita de él. Otras veces me corto el pelo, o me quito la barba para que haya un cambio físico radical y no me reconozca en el espejo con el personaje que trasladé a la cámara.

Pol Monen por Valero Rioja

¿Qué les dirías a tus detractores? Si es que los tienes.

Creo que todo el mundo tiene derecho a tener una opinión. Sé que no le voy a gustar a todo el mundo, pero tampoco voy a esforzarme en hacerlo. Creo que para la salud mental es lo más recomendable y más en nuestra profesión, donde todo el mundo parece tener una opinión sobre tu trabajo.

Te encanta viajar. Has estado en sitios tan característicos como Cuba o New York. ¿Hay algún momento que recuerdes con especial cariño?

Me gusta mucho viajar porque me aisla de todo y conozco culturas diferentes. Me gusta no ser el típico turista, descubrir más a fondo cada país. He conocido personas singulares y he disfrutado de experiencias bonitas, pero ninguna súper trascendental.

«Me ha gustado desde niño la cultura judía»

¿Cómo es el momento en el que te interesaste por la cultura judía y comenzaste a estudiar hebreo?

Me ha gustado desde niño la cultura judía. Empecé a estudiar hebreo porque me gustaban mucho algunos autores judíos. Estudiar una lengua es la declaración de amor más bonita a una cultura. El hebreo es bastante complicado, así que no lo domino totalmente. Me gustaría estudiar francés o ruso, pero no dispongo del tiempo necesario todavía.

Háblanos de tus gustos cinematográficos. Cuando no estás rodando, ¿qué te gusta ver?

Veo un poco de todo, aunque más cine de autor que taquillazos. Lo que nunca hago es ver los trailers, no me gusta saber demasiado de la historia. A veces me guío solo por la portada, el director y el elenco. Las últimas pelis que me han gustado han sido Girl, de Lukas Dhont y Fuerza Mayor de Ruben Östlund, que me recomendó Ingrid García-Jonsson

Eres fan de Leonard Cohen. ¿Qué otros artistas podríamos encontrar en tu lista de Spotify?

Me pasa como con el cine, escucho de todo. Disfruto de Mika, Antony and the Johnsons, Bruno Mars, David Bowie o Don Omar, por ejemplo. Le presto especialmente atención a las letras en algunos casos, como me pasa con Jorge Drexler o Leonard Cohen. Creo que son poetas.

¿Qué te motivó a estudiar Periodismo en un primer momento?

Siempre me ha gustado leer y escribir. No quería estudiar una filología porque me parecía más aburrida. El periodismo conectaba con el mundo y la actualidad; eso está presente en los actores también. Yo he llegado a escribir cosas pero siempre para mi, porque me juzgo aún bastante como escritor.

Los hombres en este asunto tenemos que escuchar más y hablar menos»

El viernes es el 8-M, y continúa la lucha feminista. ¿Te gustaría dedicarles algunas palabras?

En estos momentos es importante seguir con esta lucha. Las mujeres han sido silenciadas durante demasiado tiempo y es genial que por fin encuentren su voz. Los hombres en este asunto tenemos que escuchar más y hablar menos. Tenemos que seguir aprendiendo de ellas.

Me gustaría que el feminismo no fuera solo una moda. Me gustaría que fuera algo que nos cambie. Está bien que un tema sea algo ‘mainstream’, porque permite que más gente lo conozca; pero me gustaría que fuera una transformación más allá de lo estético, que hubieran cambios reales en la sociedad. Cambios del tipo legislativo, para que hubiera más protección y cambios en el día a día, por supuesto. Con cambios en el día a día me refiero a que los hombres también denunciemos injusticias, como cuando vemos que una actriz está cobrando menos por el simple hecho de ser mujer.

Los hombres no tenemos que tener miedo al feminismo, nos hace más libres y nos hace tener una masculinidad más sana. Pienso que en esta sociedad falta educación emocional, que hablemos más de lo que nos pasa. Creo que podemos ser otra clase de hombres, y estamos recorriendo el camino en la dirección correcta.

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