Final de la NBA: Antetokounmpo conquista el anillo para los Bucks

Antetokounmpo
Antetokounmpo

Los Milwaukee Bucks se convirtieron anoche en campeones de la NBA 20/21, y lo hicieron con un colosal Giannis Antetokounmpo, que anotó 50 puntos logrando un MVP que lo convierte en leyenda de la Liga, al ser uno de los dos que han logrado un MVP de las finales, MVP de temporada regular, MVP del All-Star y jugador defensivo del año, el otro es Michael Jordan.

Contra todo pronóstico y tras tener que soportar críticas en los últimos años por no cumplir las expectativas generadas en liga regular, los Bucks se impusieron en un año que no parecía destinado al equipo entrenado por Budenholzer, que parecía tener un pie fuera de la franquicia. En una conferencia Este que parecía estar destinada a los Nets, incluso a unos deslumbrantes Sixers, antes de Playoffs nadie imaginaba que el conjunto liderado por ‘Anteto’ consiguiera el anillo.

Y vaya si lo hicieron, el equipo del estado de Wisconsin se impuso a unos Phoenix Suns que arrancaron la final con un 2-0 a favor, con un Chris Paul en estado de gracia y unos Booker y Ayton arrolladores que ya olían el anillo. Además, el equipo de Arizona caía bien, jugaban alegre y ya el año pasado merecieron más tras una burbuja espectacular. El guión parecía estar escrito.

Sin embargo, no contaban con la reivindicación de Giannis Antetokounmpo, el que fuera dos veces MVP de la Liga tenía algo que decir. El griego, cuando nadie lo esperaba, foco de críticas constantes en los últimos tiempos, que si no tiene tiro, que si le quema el balón en los momentos clave, cogió todo eso y cerró miles de bocas de un plumazo. La actuación de ‘Greek Freak’ fue mayúscula, incontestable, legendaria, posiblemente una de las más arrolladoras que se recuerdan en los últimos 30 años: 35,2 puntos de media, 13,2 rebotes, 5 asistencias y 1,8 rebotes por partido, culminados por 50 puntos, 14 rebotes y 5 tapones en el último partido de la final, igualando así la mayor anotación realizada en una final de la NBA en toda su historia y no lograda desde 1958. Poco más se puede añadir a esos números.

El sexto partido de la final fue un duelo igualado, en el que los Suns en ningún momento se dejaron llevar. A pesar de un inicio en el que la defensa de los Bucks dejó sin ideas al conjunto de Monty Williams, en el segundo cuarto un genial Chris Paul sacó a relucir toda la magia del base que no estaba dispuesto a dejar pasar el anillo por delante de sus narices, para volver a poner a su equipo por delante en el marcador.

Al descanso se llegaba con un ajustado 47- 42 para los Suns, y es en este punto cuando Antetokounmpo hace acto de presencia y anota 20 puntos solo en el tercer cuarto en el que su arrolladora potencia física parece ser imparable para la defensa de Phoenix, que penetración tras penetración asistía impotente a un festival de canastas y tiros libres de ‘Anteto’, que hizo un 17 de 19 desde la línea de personal en el partido, reafirmándose así en uno de los aspectos de su juego más criticado, el tiro libre. Además, los Bucks tenían en Khris Middlenton con 17 puntos al escudero perfecto para el griego.

Con un Paul ejerciendo de líder en la cancha, al último cuarto se llega con un empate a 77, que da muestra de lo igualado del duelo y la eliminatoria y de las infinitas ganas del veterano base por conseguir el anillo, que tira de coraje hasta el final y contestar también a las críticas que habían minusvalorado los últimos años de su carrera.

Sin embargo, a pesar del pundonor de Paul y los destellos de Booker, los Suns cayeron en en el sexto partido ante unos Bucks que conseguían así su segundo anillo, tras el ganado en 1971 liderados entonces por el mito Kareem Abdul-Jabbar y comienzan a forjar la leyenda de un jugador, que con solo 26 años ha demostrado lo grande que puede llegar a ser, Giannis Antetokounmpo.

Foto de Portada: Twitter @NBAspain

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