Gracias a Los Zigarros el rock nunca morirá

El rock es inmortal. El pasado 30 de enero el Teatro Circo Price recibió a varios de los culpables de que esta afirmación sea real en España. Con las entradas agotadas, Los Zigarros y un elenco de músicos y figuras nacionales convirtieron en mágicas las canciones de Ovidi y los suyos.

Primera de dos noches. Las ganas se notaban en el teatro, que no tardó en llenarse: nadie se quería perder el fin de gira de la banda valenciana en la capital española, que abrió su actuación con La trampa

Tres discos a la espalda no es mal currículum para una banda que ese fin de semana consiguió vender todas las entradas para su doble actuación, coronando así un final de gira con el que presentó su trabajo más reciente: Apaga la radio, título también de la canción que vino a continuación y que hizo temblar al Teatro Circo Price. 

Canciones veteranas de la banda como No obstante lo cual o Desde que ya no eres mía fueron la prueba fehaciente que demostró la fidelidad del público desde el inicio de los Zigarros, que las coreó de principio a fin.

Fotografía: Lucía Monsalve (@luuciamonsalve)

Qué harás amor invitó al escenario al primer artista de la noche: Ariel Rot. Los valencianos, junto al artista argentino, supieron conectar a la perfección –más de lo que ya estaban– con las más de mil personas que se encontraban allí esa noche. Canción tras canción, los hermanos Tormo con sus guitarras, Adrián Ribes a la batería y Natxo Tamarit al bajo, fueron creando un caos perfecto a medida que pasaba el tiempo, hasta llegar el momento de presentar a otro artista, quizás un poco desconocido para el público, pero un hermano para Ovidi y su elenco: Ángel Vera, quien, como un niño con un juguete nuevo, salía al escenario en medio de una gran ovación con su armónica, su instrumento representativo, para interpretar junto a la banda Cayendo por el agujero.

Seguían cayendo temas antiguos y recientes, entre los que destacaban Malas decisiones o Voy a bailar encima de ti, este último respaldado por Fito Cabrales, frontman de Fito y los Fitipaldis, que no tuvo más remedio –por insistencia del público– que quedarse un rato más en el escenario para interpretar también Resaca

Malas decisiones, de su trabajo más reciente, Apaga la radio, vino a continuación. Respaldada por los allí presentes de principio a fin, fue el segundo sencillo que introdujo el disco en cuestión, y tuvo una calurosa bienvenida por parte del público, tanto en directo ese día como el día de su lanzamiento, y que sirvió al ejército de seguidores de Los Zigarros como punto de partida para hacerse una idea de cómo iba a ser el disco, que se ha mantenido en la línea de la banda: rock and roll puro y duro.

Fotografía: Lucía Monsalve (@luuciamonsalve)

El Teatro Circo Price recibió a Carlos Raya mientras los primeros acordes de guitarra indicaban el comienzo de Tenía que probar, una canción que indicaba poco a poco, el concierto llegaba a su fin. Sin embargo, eso no desanimó al teatro, que seguía coreando y gritando las letras a pleno pulmón.

A todo que sí llegó. Un himno del rock que incita a lo salvaje y a la chulería, cuya letra muestra el lado más sexy a la vez que travieso de este género y que tuvo el placer de ser interpretado por Carlos Tarque, tanto a la guitarra como al micrófono, junto a Ovidi Tormo. 

Hasta ese momento, la presencia femenina en el escenario no se dejaba ver, pero cuando apareció Aurora de Aurora & The Betrayers, no fue como si una, sino como si cientos de mujeres se hubieran subido a cantar con Lo Zigarros, esta vez, Dispárame

Fotografía: Lucía Monsalve (@luuciamonsalve)

Hablar, hablar, hablar fue más como cantar, cantar y cantar: uno de los temas por excelencia de Los Zigarros, de su álbum homónimo de 2013. Baila conmigo contó con la presencia de una de las figuras más esperadas de la noche, nada más y nada menos que Leiva, que tras colgar el cartel de “entradas agotadas” en la mayor parte de las ciudades que ha visitado tras su gira por España, se presentó ante un teatro también con su aforo completo, que no dejó de gritar ni su nombre ni la letra de la canción en cuestión. 

Dentro de la ley aparentemente cerraba un concierto espectacular. La gente amagaba con irse, acabando a toda velocidad su cerveza cuando se apagaron los focos. Recogían sus abrigos para volver a una fría noche tras más de hora y media de música en un recinto cerrado. Pero todos aquellos que se disponían a abandonar el recinto se giraron de inmediato cuando de nuevo comenzaron los gritos para contemplar cómo, uno a uno, todos los invitados de esa noche salían al escenario junto a Los Zigarros para poner punto y final al concierto con Qué demonios hago yo aquí

Fotografía: Lucía Monsalve (@luuciamonsalve)

Los Zigarros se superan con cada actuación que pasa, demostrando que absolutamente todo su trabajo se compone de discos hechos directos, y directos hechos disco, y es que aquella noche, el concierto fue grabado para ser lanzado próximamente en todas las plataformas digitales. La actuación de los valencianos en el Inverfest no hizo más que corroborar que el tiempo no pasa factura a Los Zigarros, que sólo saben ir a mejor.

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