Escrito por Miguel Rodríguez Rodríguez
Superar la magnífica Excalibur de John Boorman es muy difícil, y el tema del Rey Arturo es muy largo. La versión de Guy Ritchie es demasiado exagerada y combina la época Romana con unos toques dudosos de brujos y modernidades.
Foto: sensacine.com
En los últimos años vimos cómo se adapta el tema con varias versiones y giros en diferentes películas, respetando siempre la historia original. Ya solo se trata de vistosos efectos especiales y de un tratamiento digital que nada tiene que ver con la época y el momento. El guion hace aguas cada dos por tres y los personajes combinan raza y color con actores negros o de procedencia asiática, lo que hace que más bien parece la ONU que los caballeros de la mesa redonda.
En fin, una película de verano entretenida que más se acerca a Juego de Tronos y a contentar a un público que le guste el tema y las películas de un director que demuestra una falta absoluta de originalidad.
