El efecto Troxler consiste en que las neuronas necesitan un estímulo constante para no ignorar lo que se tiene alrededor, según explica la protagonista de uno de los quince relatos de El regreso de Saturno (Alberdania, 2023). Ese efecto es una metáfora de la realidad, ya que, como también se dice, «nuestro cerebro presenta una necesidad permanente de estímulos, en ausencia de los cuales es capaz de borrar lo que tenemos delante». A veces no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos para siempre, como ocurre en algunas narraciones de este primer libro de cuentos de Leyre Arrue (San Sebastián, 1983), uno de ellos premiado y otro finalista de un certamen. No somos conscientes de ello hasta su pérdida irreversible, que trastoca lo que creíamos poseer.
Los protagonistas de estos relatos experimentan diferentes emociones ante la pérdida: dolor y tristeza, pero también el sosiego que llega tras la mutilación, tras desprenderse de algo que va a evitar sufrimiento el resto de la vida, aunque formara parte de uno y suponga un duelo. El primer relato de este volumen, llamado «Instrucciones para morir», es un compendio concentrado de imperativos que debe hacer la protagonista a lo largo de la vida hasta llegar a su muerte. Son acciones tan seguidas y telegráficas que se convierten en angustiantes, además de la propia ansiedad que genera el paso del tiempo. Este tema se une a otros como los encuentros, las despedidas, el duelo, la cotidianidad, la realidad y la fantasía, el humor, la melancolía, el miedo, el deseo y el dolor físico y psicológico. También tratan sobre la forma en la que nos relacionamos con otros, con nosotros mismos y con quien fuimos en el pasado. En todos estos relatos predomina la narración y los diálogos son muy escasos.
Saturno gana en lunas a Júpiter, pero se dice: «Era un planeta gaseoso e inhóspito en donde la vida no es posible». Sin embargo, sí es posible la vida entre estos personajes, aunque sean islas, pues pueden establecerse puentes entre ellos. Igual que las tuberías subterráneas de las ciudades, en estos relatos se muestra que todos estamos interconectados. En todas las casas hay una habitación a la que no se puede entrar, un armario que no se puede abrir y un objeto que no se puede tocar, como se dice. Estos personajes tocan esos secretos y silencios que permanecían guardados. Sobre todo, cuando un acontecimiento rompe lo que creíamos inamovible y nos obliga a tomar caminos nuevos.
Estos relatos son ricos en matices. En uno de ellos, la protagonista recibe un ramo de lirios blancos. Esta es la flor que se representa comúnmente en el arte pictórico cuando se trata la anunciación de la Virgen María. Sin embargo, esta protagonista los recibe después de que le hayan extirpado un órgano y la hayan incapacitado para procrear. En otro, los sentimientos devoran a los personajes igual que el dios romano Saturno devoraba a sus hijos. El que da título al libro es una historia de rebelión y liberación de la mujer. En definitiva, en todos ellos el lector puede encontrar diferentes formas de irse o de dejar ir, aunque, como dice una de las protagonistas, «la gente no se sabe ir, solo se acaba yendo».