Por Rubén Pareja Ramírez
Anoche, la cuarta edición de «La hora musa» se hacía de rogar. Sobre todo, porque, anteriormente, el tema que «Cachitos» trató demostró lo más manco de la música en España. Basada en la «disco cañí», mostró cómo muchos artistas españoles quisieron, sin éxito, engancharse a la corriente mainstream de finales de los setenta, el Disco. Acabaron dando, pues, una lección magistral de manqueza. Ni Manolo Escobar, ni Julio Iglesias se libraron de hacer estas atrocidades, que muchos hacían con ridiculos bailes, vestidos y letras. Todo ello con los famosos efectos especiales de Valerio Lazarov. Esto deja claro que destrozar el panorama musical no es cosa del reggaetón actual, sino que esto ha existido desde siempre, con aquellas frikadas en su día.
Con «La hora musa», la música volvió a la normalidad. El programa prometía, con Texas actuando. Maika Makovski celebró el regreso de la banda escocesa, que ya había pisado los platós de TVE en antaño y ahora tocaba hacerlo de nuevo. Uno de los temas fue ‘Work it Out’, un clásico de este grupo..
Otra de las buenas actuaciones, en la terraza, fue la de Chelsea Boots. Este grupo madrileño ofrece una música suave, lenta y que sirve de ambiente de fondo durante varios momentos.
Texas regresó con «Summer Son», otro mítico tema de la banda.
«Hace mucho tiempo que no grabábamos un programa de televisión en España, es estupendo estar aquí, tocando lo nuevo y lo viejo», explicaba Sharleen Spiteri, la vocalista de la banda. Como bien se encargó de compartir por las redes sociales el archivo de RTVE, Spiteri recordó que ya habia pasado por la TV pública en 1989, concretamente para actuar en el mítico programa «Rockopop».
Víctor Clares nos dio a concoer a Nathy Peluso, una interesante artista que ha sacado recientemente el EP «La Sandunguera». Tiene prestados toques de populares artistas, como Louis Armstrong, Seru Girán, Gloria Estefan o Antonio Machín, que usa en sus canciones. Víctor le llegó a preguntar qué tienen las canciones antiguas que no tienen las de ahora, a lo que ella respondió: «Música». Tras estos momentos con la artista argentina, llegó Izal, que volvió a deleitarnos con el rock español, con «El pozo» como plato entrante. El grupo dejó claro, más adelante, lo necesario que es hacer música en television, por lo que mostró su agradecimiento.
Bien. Parecido a lo que hice en el famoso «apocalipsis musical: la fábrica», toca hablar ahora del apocalipsis del entretenimiento en la televisión. Me explico. Ves este programa, de una hora de duración, y se hace corto. El ritmo con el que ponen a los artistas y la variedad lo hacen digno de ver. En cambio, cada vez, más, ver una gala navideña, que tan cerca están en estas fechas, es todo un suicidio. Es una dimensión irreal, llena de artistas baratos y de escenarios que producen un total hastío (por no hablar de los sketches de dudosa gracia que ponen). Cuando hay innovación de verdad, por los cuatro costados, tenemos un genial espectáculo, como el que este espacio nos da cada semana, y que cada vez se va superando más a sí mismo.
Tras una agradable conversación con Víctor, Izal dejó claro que su objetivo es divertirse en cada actaución. Tras ellos, Chelsea Boots regresó con «This Roof is Burning», un tema mejor que el anterior, con influencias de soul. Con «La increíble historia del hombre que quería volar, pero no sabía cómo», la banda cerró la cuarta edición de una Hora Musa que ya se hace esperar el próximo martes.
«La hora musa» no figura de momento en la lista de programas con más audiencia. Pero, en el caso de Twitter, el espacio de Maika Makovski alcanzó el cuarto puesto de Trending Topics en Málaga, por detrás de «Marcelo» (sobre el partido del Real Madrid contra el Viktoria); del Unicaja y de #GHVipLimite6. A nivel nacional, #Lahoramusa4 alcanzó la tercera posición. Esto es más que merecido.