Élite, que parecía que terminaría en el momento en el que sus personajes principales terminasen su etapa en Las Encinas, va por su quinta temporada y ya hay confirmada una sexta. En los nuevos capítulos, estrenados a principios de abril en Netflix, pretende renovar su historia a través de nuevos personajes. Sin embargo, la serie vuelve a recurrir al mismo elemento que caracterizó su cuarta temporada: sexo, sexo y más sexo. Y un poco de drogas también.
Comienza un nuevo curso en Las Encinas y ello implica la llegada de nuevos estudiantes al instituto. Sofía (Valentina Zenere) llega pisando fuerte y su relación con Phillipe cobra gran protagonismo en la temporada. No obstante, el personaje que de verdad supone un soplo de aire fresco para la serie es Iván (André Lamoglia). Se trata del hijo de un conocido futbolista, cuyo padre no le presta demasiada atención porque está demasiado ocupado en las fiestas que realiza. Iván pronto se verá envuelto en un triángulo amoroso que le traerá más de un quebradero de cabeza.
La quinta temporada sigue centrando también su atención en una desaparición. Nada nuevo para Élite. En este caso en la desaparición de Armando, pues salvo Samuel, Rebeca y Guzmán, nadie más sabe que pasó con él. De esta manera, volveremos a ver interrogatorios donde varios alumnos deberán responder a la pregunta de si saben algo o no de Armando.
En Élite siempre hay una víctima y por lo tanto un caso a resolver para la policía. Y los alumnos que se han visto implicados en el asesinato no sabemos cómo, pero siempre salen airosos. Se trata de un recurso ya muy desgastado y poco creíble. Más allá o no de las desapariciones que se llevan sucediendo en Las Encinas desde que esta nos abrió sus puertas, el sexo tiene el gran protagonismo de sus escenas principalmente desde su cuarta temporada.
Si creas una temporada y otra a base de sexo, drogas y una desaparición como hilo conductor corres el peligro de resultar repetitivo y vacío. Y eso es lo que está pasando con la quinta temporada de la serie, la cual ya da muestras de cansancio. Se introducen además escenas surrealistas (como en la que el director del instituto les pide a los alumnos que decidan quién será el expulsado) y también otras que dan mucho coraje (el hecho de que Patrick no acepte un no como respuesta).
A fin de cuentas, Élite no deja de ser una de las series más vistas en español de Netflix, y es que sus primeras temporadas no mostraban estos síntomas de agotamiento. Sin embargo, si la serie no empieza a aprovecharse de los nuevos estudiantes que ingresan en Las Encinas para, a través de ellos, crear nuevas y mejores tramas, la serie terminará desapareciendo y siendo recordada como aquella serie que empezó bien, pero que terminó cansando.