‘El Apartamento’ es de esas películas que todo buen amante al cine tiene que ver en algún momento, no obstante estamos ante una de las mejores de la historia del séptimo arte. El gran genio de la comedia Billy Wilder llevó a cabo en 1960 uno de sus títulos más redondos, y ya es decir en la basta filmografía repleta de éxitos del director.
El filme, protagonizado por Jack Lemmon y Shirley MacLaine es de esas comedias que son difíciles de encasillar como tales, gracias a los numerosos prismas y puntos de vista desde la que se puede analizar. Es corrosiva, irónica, graciosa, romántica e incluso dramática, adjetivos que a priori pueden parecer contradictorios, pero que Wilder compacta a la perfección en esta historia de frustraciones y amores imposibles.
C.C. Baxter o Bud, al que da vida Lemmon es un gris y mediocre trabajador de una oficina de Nueva York que trata de ascender laboralmente gracias a los favores que hace a sus jefes. Bud les deja el apartamento que tiene en el Upper West Side a sus superiores para que estos pueden llevar a cabo sus líos extramatrimoniales de la manera más discreta posible, y a cambio ellos hacen informes favorables a su empleado. La situación cambia cuando Bud se encuentra con la señorita Fran Kubelik, la ascensorista interpretada por Shirley MacLaine, a la que ve a menudo por su edificio. Complicándose todo cuando Bud se enamora de Kubelik, y acaba de enredarse cuando descubre que es la amante de su jefe, el Señor Sheldrake (Fred MacMurray). Todo esto con las fiestas navideñas de fondo.
La dramática situación que por un lado supone el que Bud haya ayudado a su jefe a acostarse con la mujer de la que estaba enamorado, y por otro que Fran Kubelik, enamorada de Shekdrake, descubra en nochevieja que está siendo utilizada por este, y que nunca podrá tener la relación que ella quiere, casi acaban provocando un hecho bastante trágico. Sin embargo, esto supondrá el punto de unión de Baxter y la señorita Kubelik, dos seres que en el fondo están solos y son los perdedores de un sistema que siempre favorece a los mismos.
Lo que a priori podría parecer una comedia de enredos más de Billy Wilder, experto en este tipo de películas ligeras pero bien ejecutadas, sorprende en sus múltiples lecturas y sobre todo la actitud crítica que adquiere la misma. Con la hipocresía, el egoísmo y lo ruin de los personajes, la bajeza moral y desigualdades del sistema que siempre favorece al poder y los anhelos y la frustración de la sociedad que poco puede hacer por cambiar las cosas. Sin embargo, y a pesar de todo esta carga argumental de más peso, el humor está presente en muchos momentos, es una película ágil y divertida como nos tiene acostumbrado Wilder.
Y es precisamente en esto donde recae el mayor mérito de la misma, conseguir que una cinta que habla de temas de más enjundia y que podría componer el hilo argumental de cualquier “dramón”, sepa sacar situaciones hilarantes y convertirse en una de las comedias fundamentales del mejor cine clásico de todos los tiempos.
Las sensacionales interpretaciones de Lemmon y MacLaine tienen mucho que ver en el resultado del filme, un Jack Lemmon contenido, alejándose de otras actuaciones mucho más desmadradas, dando vida a un tipo vulgar, cuya única aspiración es ser el pelota del trabajo para intentar conseguir algo de reconocimiento, que roza lo mezquino pero que tiene un fondo de bondad. Y una Shirley MacLaine que podría haber caído en el tópico fácil, más teniendo en cuenta que es una película que tiene 60 años, pero que sin embargo, construye un personaje mucho más profundo, más parecido a Bud de lo que cree al principio, no quiere hacer daño, pero no puede evitar un halo de culpabilidad en su relación con el oficinista, a pesar de ser sincera con él en todo momento.
El genial final abierto de Bud y Kubelik jugando a las cartas o los 5 Oscar que se llevó, incluido el de mejor película y mejor director, forman ya parte de la historia del cine y no hacen, sino confirmar la importancia de ‘El Apartamento’ en la trayectoria de Billy Wilder, siendo uno de los títulos más destacados de la llamada era dorada de Hollywood.
Lo Mejor: El humor como herramienta para ser crítico y poner sobre la mesa temas más complejos, la genial actuación de Jack Lemmon y Shirley MacLeine, las múltiples lecturas de la película.
Lo Peor: El ritmo a veces puede parecer algo pausado, sobre todo para que quien no está acostumbrado a este tipo de cine más clásico, no olvidemos que estamos ante una película de 1960.
Nota: 4,6/5
Curiosidades de ‘El Apartamento’
– Fred MacMurray que interpreta al Señor Sheldrake, uno de los jefes a los que Bud presta su apartamento para sus líos, estuvo a punto de rechazar el papel, debido a que al tener firmado con Disney, pensaba que el papel no sería moralmente apropiado para trabajar en la compañía de Mickey Mouse y que pudiera afectarle negativamente.
– La fiesta de Navidad de la empresa se grabó un 23 de diciembre, para que así los actores y extras fueran en sintonía con la época del año en la que ocurría la película y su actitud fuera más veraz y tuvieran ganas reales de una fiesta navideña.
– Paul Douglas era el encargado de dar vida al Señor Sheldrake, sin embargo, su fallecimiento por un ataque al corazón poco antes del rodaje hizo que el papel fuera para Fred MacMurray.
– Jack Lemmon tuvo que cubrirse literalmente entero de anticongelante para rodar la escena de la lluvia en Central Park, ya que, el frío era insoportable y así evitar que se congelara.
– Desde 2007 está considerada una de las 80 mejores películas de todos los tiempos por la American Film Institute, así como estar considerada “cultural, histórica y estéticamente significativa” por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Ficha Técnica
Título Original: The Apartment
Año: 1960
Dirección: Billy Wilder
Guion: Billy Wilder y I.A.L. Diamond
Música: Adolph Deutsch
Reparto: Jack Lemmon, Shirley MacLaine, Fred MacMurray, Ray Walston, Edie Adams, Jack Kruschen