El sello J. J. Abrams suele ser sinónimo de calidad o, por lo menos, de originalidad. Y es que, pese a no dirigirla, su sello se nota en Overlord, segundo largometraje de Julius Avery que se desarrolla en la II Guerra Mundial, donde un grupo de paracaidistas estadounidenses cae tras las líneas enemigas para realizar una misión crucial, pero, a medida que se acercan a su objetivo, se dan cuenta de que algo más que una operación militar está sucediendo en una aldea ocupada por los nazis.
Overlord es muy explícita y tiene altas dosis de violencia, siendo aquí donde funciona ya que no pretende camuflar ni disminuir su intensidad. Es muy salvaje y alocado, una película en la que hay que dejarse llevar para poder vivir la experiencia.
El film de Avery mezcla algo real con una historia que es 100% ficción. En él, se perciben muchos géneros, como la acción, la ciencia ficción y, sobre todo, el terror, ya que te lo hará pasar realmente mal.
Lo más positivo de Overlord es que, además de su sangre y de su violencia, tiene muchas cosas que decir, pretendiendo que se reflexione sobre hasta dónde se está dispuesto a llegar para ganar una guerra. Un festival gore de acción frenética no apto para todos los estómagos pero sí para aquellos que busquen que cuenten algo común de una forma novedosa.
Valoración: 3,5/5
Lo mejor: Es muy inquietante y lo hará pasar muy mal
Lo peor: En algunos momentos se pasa de salvaje y de gráfica
