Sé que pensaréis: ¿a qué viene hablar de Scandal a estas alturas, cuando finalizó el año pasado? Lo cierto es que es una serie que nos ha ofrecido mucho en sus siete temporadas y por eso estamos obligado a hacer un pequeño repaso a ella.
Junto a Dinastía y a Cómo defender a un asesino, Scandal es la madre de todos los placeres culpables. Sus episodios son inverosímiles, absurdos y delirantes. La serie es descacharrante y no pierde calidad a medida que pasan los años por ella, aunque sí que es cierto que cada capítulo era más absurda.
Kerry Washington está brillante con su interpretación de Olivia Pope, que roza entre lo ridículo y la sofisticación en persona. No esperes una gran serie, porque no lo es, pero sí que es muy, pero que muy entretenida, y el tiempo se te pasará muy rápido con una de las mayores locuras que la televisión ha creado jamás.
‘Scandal’, una serie bajo el sello inconfundible de Shonda Rhimes
Glamour y trapos sucios a raudales. ¿Qué más se puede pedir?
- Crítica TV, Jorge Caracuel, Series
- Jorge Caracuel Suero
- 09.02.2019
Compártelo
Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Novedades semanales.