Beyoncé se presenta como productora y curator del nuevo álbum inspirado en el remake de El Rey León donde reinterpreta de una manera completamente inédita la banda sonora original del clásico de Disney.
Como ya hiciera el año pasado Kendrick Lamar en “Black Panther: The Album”, ahora es Beyoncé quien, además de participar en el filme poniendo voz a uno de sus personajes, nos regala un álbum con 14 canciones originales y 13 interludios. Estas transiciones, que son fragmentos dialogados de la propia película, sirven de introducción a cada episodio. Esta forma de hacer storytelling no es nada desconocido para la cantante, que ya utilizó este método de narración musical al mantener un hilo argumental en su álbum de estudio “Lemonade”.
“El soundtrack es una carta de amor a África, quería asegurarme de que encontráramos el mejor talento de África y no sólo usar algunos de esos sonidos. Quería que fuera auténtico a la belleza de la música africana”, declaró la artista para ABC News. Y así lo hizo.
El álbum viaja desde géneros originariamente afroamericanos, como el R&B o el Hip-Hop, hasta los ritmos enérgicos y la percusión polirrítmica de los afrobeats. En esto han contribuido productores, y cantantes de todas partes de África, en especial de Nigeria, Ghana y Sudáfrica, como Mr. Eazi, Tiwa Savage, Burna Boy, Wizkid, Tekno, etc. Además, también encontramos colaboraciones de artistas afroamericanos reconocidos como Kendrick Lamar, Jay-Z, Pharrel Williams, Childish Gambino y hasta la propia hija de los Carters, Blue Ivy.
Beyoncé ha conseguido amoldar y construir así un homenaje musical y narrativo a la cultura negra, una rendición preciosa que eleva y reclama la madre tierra que es África, un culto radiante y enamorado a su gente y un tributo necesario y justo a su historia. “The Lion King: The Gift” es eso, un regalo. Un obsequio que ya es herencia del pueblo negro y africano, que ya es parte de un nuevo legado que reivindica su origen de una manera ecuánime y bellísima.