El ranking de hoy está dedicado a los más distinguidos de la NBA, la bisutería fina del baloncesto. Aquellos jugadores cuyos movimientos delicados sobre la cancha nos deleitan con su exquisita elegancia. Driblings ejecutados como el mecanismo de un reloj, bailes de salón bajo los aros o suspensiones impolutas son su carta de presentación. Ahí va el Top 5 de los gentlemans de la NBA.
5. Grant Hill
El que muchos apodaron como el caballero del basket por su buen hacer tanto dentro como fuera de la cancha, era un superclase. Las lesiones le lastraron pero cuando pudo, Hill dio muestra de su estilo fino y elegante sobre el parquet.
4. Hakeem Olajuwon
Sus 2,13 y 116 kilos no fueron un impedimento para que el nigeriano demostrara que es posible bailar sobre la madera de una cancha de baloncesto. Su juego de pies bajo el aro es a día de hoy el patrón a imitar por todos pívots que han ido llegando a la liga. Ya lo dijo Andrés Montes, Olajuwon se movía como un bailarín de claquet en el Cotton Club.
3. Tim Duncan
El considerado para muchos el mejor ala-pívot de la historia es también uno de los más elegantes, Recuperó con estilo el tiro a tablero cuando estaba en desuso, dominó desde la finura y los movimientos acompasados. Los 5 anillos que tiene en su haber han sido forjados desde la elegancia y la clase más absoluta.
2. Allan Houston
Si te apodan ‘hilo de seda’ tienes que ser un superclase de los buenos. Allan Houston tenía la que probablemente era la suspensión más elegante de la NBA, Al exjugador de los Knicks le pesaron sus años de ser el mejor pagado de la Liga y un final de carrera lastrado por las lesiones, sin embargo, siempre quedará en la retina su depurada mecánica de tiro ejecutada con suma delicadeza y estilo.
1. Stephen Curry
Stephen Curry es el jugador total. Desde la bahía de Okland el dos veces MVP y campeón de tres anillos impera dominando todas las facetas del juego y haciéndolo con ingente elegancia. Su tiro de ejecución exquisita, su dribling veloz y distinguido o sus penetraciones a canasta concluidas con gran delicadeza convierten a Steph en el jugador con más clase y elegancia de la NBA.