Ryan Reynolds es uno de los actores más solicitados de Hollywood. Con muchos aciertos y algunos desastres en su filmografía, lo cierto es que su carrera es de lo más interesante. Aquí solo estamos para hablar de lo positivo, así que con motivo del estreno de Deadpool y Lobezno repasamos las mejores películas de Ryan Reynolds. ¿Echas alguna en falta?
5. El invitado (2012)
Daniel Espinosa dirigió este interesante thriller de espionaje protagonizado por Ryan Reynolds y Denzel Washington. No inventa la rueda y responde a clichés del género, pero logra ser de lo más efectivo. Con un potente arranque, sabe cómo mantener la tensión en todo momento.
4. Deadpool (2016)
Ryan Reynolds fue elegido para dar vida al (anti) héroe más irreverente de Marvel con un filme que funciona a la perfección. Acostumbrado al humor blanco, familiar y en ocasiones aburrido de Marvel, Deadpool supuso un soplo de aire fresco a lo que estábamos acostumbrados a ver. Una película que sabe no tomarse en serio así misma y hacer reír al espectador con un humor de lo más efectivo.
3. Adventureland (2009)
Nunca está mal reivindicar Adventureland, un filme de lo más notable y que nunca está de más reivindicar. Este drama romántico que tiene lugar en los años 80 está protagonizado por Jesse Eisenberg, Kristen Stewart y Ryan Reynolds está lleno de un cariño entusiasta a los años juveniles en un filme que demuestra sensibilidad y nostalgia con unos personajes muy bien dibujados.
2. Cautivos (2014)
Cautivos pasó de lo más desapercibida para crítica y público cuando realmente es un thriller súper efectivo al que casi nadie le ha dado una oportunidad. La cinta transcurre 8 años después de la desaparición de la joven Cassandra, cuando algunos indicios perturbadores parecen indicar que aún está viva. Tanto la policía y sus padres van a intentar esclarecer el por qué de su desaparición. Un filme que no deja indiferente y que conecta ambiente y situaciones con gran pulso narrativo.
1. Buried (Enterrado) (2010)
Nunca tan pocos elementos habían funcionado tan bien como con el filme de Rodrigo Cortés. Solo hacen falta un actor y un escenario para transmitir angustia, claustrofobia y agobio con un impresionante sentido del ritmo y una gran adrenalina en sus 93 minutos de metraje. Ni le falta ni le sobra nada, es sencillamente redonda.
¿Logrará Deadpool y Lobezno colocarse en el top de películas de Ryan Reynolds y darle un impulso a un Marvel que está de capa caída? Queda poco para saberlo.