En 2016, Dreamworks estrenó Trolls y, pese a no ser una de sus películas más brillantes, transmitía una alegría, optimismo y pasión que sacó las sonrisas de todos sus espectadores. Cuatro años después, la compañía de animación ofrece un filme más grande, aún más colorido y con una fórmula muy efectiva.
En esta nueva aventura, Poppy y Branch descubren que su tribu de Trolls es solo una de las seis que existen y que el resto está consagrada a través de diferentes estilos musicales: funk, country, tecno, clásica, pop y rock. Los dos protagonistas, con la ayuda del resto de la pandilla, visitarán el resto de reinos para unir a los Trolls y así evitar los planes de la Reina Bárbara y su padre el Rey Metal, que quiere imponer el reinado del rock y acabar con el resto de géneros musicales.
Trolls 2: Gira mundial, sigue los mismos patrones de su primera parte, aunque aumenta en todo: más locura, más colorido y más canciones. A lo largo de sus 94 minutos, el largometraje se desarrolla en torno a un viaje deslumbrante que mantendrá hechizado al espectador. Es una secuela mucho más grande en la que se construye un mundo vibrante, arriesgado y muy original en la que el diseño de las diferentes tribus está perfectamente ejecutado.
El optimismo y ritmo que desprende Trolls 2: Gira mundial hará que el espectador salga de la sala con un chute de energía tras haber disfrutado de un espectáculo visual único en lo que todo está perfectamente calculado y que no falla pese a un exceso que parte de su concepto.
Valoración: 3,5/5
Lo mejor: El buen rollo que transmite y el diseño de animación
Lo peor: Que pueda resultar excesiva y cargante