Un icono paisa atrapa por un día la noche malagueña

Los mejores temas del cantautor colombiano Juanes, resonaron durante más de una hora y media en el recinto del Selvatic Fest, encandilando a un público fiel que no paró de corear sus letras hasta el final del evento

Juan Esteban Aristizábal Vásquez, más conocido como ‘Juanes’, se volvió a subir a un escenario en la Costa del Sol, 10 meses después de su última aparición en Málaga, más concretamente en el Starlite de Marbella. Y es que España mantiene auténtico romance con el artista latinoamericano, cosa que le volvió a hacer saber su fanaticada, la cual no falló a uno de los eventos del verano en Andalucía.

A Julio Benavente, telonero en el día de ayer, le pillaron las últimas horas de sol del día, cosa que para el público sería una pasada, pero que para el artista seguramente supusiera más un handicap que una escena de película. El joven cantante de la tierra se marco una buena previa, estuvo sobre la tarima más de media hora, y fue calentando a lo allí presentes, que tuvieron que esperar hasta las 22:30 para ver aparecer a su ídolo.

Pese a arrancar cerca de una hora más tarde de lo previsto, Juanes y su banda se marcaron una puesta en escena vibrante y muy rockera. “Gris”, “Mala gente”, “Amores Prohibidos”, y “Nada valgo” fueron los tres éxitos con los que decidió salir el de Medellín antes, antes de saludar a todos sus fans. En el foso ya se pudo ver más de una garganta pidiendo el cambio, algo comprensible pues había grupos de seguidores que habían viajado expresamente desde Madrid haciendo cola desde por la mañana.

El éxtasis de un comienzo fulgurante parecía calmarse, pero el setlist que traía preparado Juanes hizo que la gente se animara a sacar sus pasos prohíbidos cuando sonaron los primeros acordes de “Fuego”, un tema que, aunque vio luz allá por 2017, sigue estando muy de moda.

En ese momento fue cuando el colombiano cogió las riendas del show, algo que seguro tenía previsto, y se dedicó a entrelazar algunos de sus algunos de sus primeros hits, “Es por ti”, con singles de su última etapa, “Es tarde” u “Ojalá”.

De manera muy orgánica y casi con la boca chica, Juanes quiso ofrecer a su público una de sus últimas creaciones, señalando que la canción había sido ganadora de un Grammy…¡Cómo si no el muchacho solo tuviera uno en su galería!

Junto a su guitarra, el colombiano cuenta con 27 grammys cosechados gracias a diferentes proyectos. Una vez te das cuenta de la magnitud y talla del artista que tienes enfrente, empiezas a valorar la calidad de un directo pulido, sin fisuras, con todo medido, con sus músicos de confianza, pero con la sencillez y templanza del mismo chico que ha servido de inspiración a toda una generación de cantantes.

Personalmente no soy fan incondicional de Juanes, pero cuando me quise dar cuenta llevaba allí parado frente al astro latino 16 canciones, y mi sensación era de poder aguantar otras 16, o todas las que hicieran falta. Dicho y hecho.

Entre “La paga” o “Yerbatero”, la melena del cantante saltó por los aires antes de marchar con sus temazos más célebres: “A Dios le pido” y “Camisa negra”. La despedida no fue más que un mero trámite y, efectivamente, Juanes y su elenco regalaron cuatro canciones más a los suyos, fundiéndose en un coro con todo el graderío y agradeciendo el apoyo de una carrera que ya cumple más de 20 años.

Quizás fue más común de lo que me suscitó en el momento, pero el veterano artista finiquitó el show con Twist and Shout La Bamba, mientras lanzaba un último saludo a sus fans al ritmo de Bob Marley: “Dont you worry about a thing, cuz’ every Little thing is gonna be alright…”. Nunca sabremos si lo hizo con ese objetivo, pero por seguro estoy que todos los que presenciamos el concierto de ayer hemos tenido uno de los mejores lunes que recordemos.

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