Una serie de catastróficas desdichas empañan una edición más que digna de ‘RuPaul’s Drag Race’

Esta temporada de RuPaul's Drag Race ha tenido que hacer frente a varios imprevistos que han empañado una edición que prometía ser de las mejores.

Ya lo dijo Monique Heart en All Stars 4, y razón no le faltaba: RuPaul´s Drag Race es la superbowl de los gays, todo un espectáculo televisivo que cada año cosecha más y más fans alrededor de todo el mundo. A falta de un par de episodios para que finalice la temporada 12, es hora de hacer un repaso de todo lo que hemos visto en ella.

Su arranque fue, probablemente, de los mejores que se recuerde (a la altura de los de la 4, la 6 y la 9) y es que dividir a las concursantes en dos tandas, como ya se hizo en la sexta temporada, es una excelente decisión que permite al espectador poder conocerlas mejor y quedarse con sus caras, y que deberían hacer siempre. Además, nos dejó uno de los Lip Sync más épicos de la historia del programa: Starships. La temporada parecía tener todos los ingredientes para triunfar y aunque en el segundo capítulo pudimos ver que el segundo grupo de Drag Queens eran menos talentosas, la expectación era máxima.

Sin embargo, el escándalo de Sherry Pie (concursante que había utilizado una identidad falsa para obtener fotografías y vídeos íntimos de chicos jóvenes) ha hecho que la edición se haya visto empañada. Aunque el show se grabó en verano de 2019, World of Wonder, productora del reality, anunció antes de la emisión del segundo episodio la descalificación de la concursante, asegurando que no asistiría a la final y que no podría optar a la corona en caso de haber llegado al Top 4. Desde el tercer episodio, el rastro de Sherry Pie ha sido mínimo, puesto que han eliminado todos sus confesionarios y prácticamente todas sus intervenciones. Esto ha ocasionado que no hayamos podido disfrutar del show de la misma manera y que nos hayamos dado cuenta del poder que tiene la edición: han borrado casi todo el rastro de una concursante que lo hizo muy bien durante la competencia (habiendo ganado varios retos y que podría haberse llevado la corona si no llega a salir todo este escándalo a la luz.

Los episodios han sido bastante irregulares. Hemos visto algunos muy buenos (como el de Gay’s Anatomy), y también algunos de los peores del show (¿a quién se le ocurrió que la prueba de World’s Worst era una buena idea?). Tampoco es que el orden de expulsiones haya sido el que nos hubiese gustado, lo que demuestra un año más que RuPaul toma varias veces malas decisiones: Brita tendría que haber dicho Sashay Away mucho antes, y Rock M. Sakura no se merecía despedirse tan pronto. También ha sido muy injusto el trato que prácticamente todas las concursantes han dado a Aiden (lo que pasó en el Untucked del episodio 5 fue bullying en toda regla) y Brita se ha convertido en la nueva Phi Phi O’Hara pero con mucho menos talento.

También es cierto que los episodios no se disfrutan igual que años atrás ya que, desde meses antes, se hacen spoilers de las pruebas y del orden de eliminación. De hecho, el All Stars 5 aún no se ha emitido (su estreno está previsto para el 5 de junio) y ya se ha filtrado hasta quiénes serán el Top 2. Esto hace que se elimine mucha parte del factor sorpresa del show.

Debido a las circunstancias especiales por causa del Covid – 19, imaginamos que este año la final será muy distinta a la de otros años, ya que no se podrá celebrar como años anteriores en los principales teatros de Los Ángeles con tanto afluencia de público. ¿Cómo será la final? ¿Habrá reunión este año? ¿Se hará justicia y ganará Gigi Goode o habrá sorpresas una temporada más? Muy pronto todas estas preguntas tendrán respuesta, pero lo que está claro es que varias circunstancias han hecho que esta temporada sea muy distinta a las demás, y no de forma positiva.

https://www.youtube.com/watch?v=YSXAzYiW3tU

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