Seguro que gran parte de tu vida en el colegio o en el instituto estuvo marcada por los profesores que te tocaron. De algunos desearías que nunca se hubieran cruzado en tu camino, pero otros permanecen en tu memoria para siempre por la implicación con sus alumnos y su amor por el trabajo. Esto es lo que le ocurre a Aleix (David Verdaguer), protagonista de Uno para todos, filme dirigido por David Ilundain (B) que toca temas como la poca aceptación o el maltrato escolar.
La cinta se centra en un profesor interino (Verdaguer) que asume la tarea de ser tutor de sexto de primaria en un pueblo completamente desconocido para él. Cuando descubre que tiene que reintegrar a un alumno en el aula, se da cuenta de que ninguno de sus compañeros quiere que vuelva a clase.
Uno para todos muestra de manera perfecta los conflictos que pueden suceder en las aulas y destila verdad en todas sus escenas. Es un filme que podría proyectarse en los colegios e institutos por su carácter educativo al mostrar soluciones a los diversos problemas que ocurren en la clase.
Además de por su historia, el largometraje funciona gracias a lo bien que está elegido su casting infantil, un reparto que consigue reflejar los estereotipos de los diversos alumnos que nos encontramos en las aulas. Especialmente destaca el personaje de Selva, una chica que no quiere que su compañero vuelva a clase. El querer que los alumnos tengan voz propia y que no recaiga todo el protagonismo en el profesor enriquece la historia y hace que nos consiga remover por dentro.
Uno para todos evita caer en clichés ni sentimentalismos y desprende optimismo e intención de cambiar las cosas que hacemos mal, tratando de una manera suave el acoso que se sufre en las aulas, con un Verdaguer perfecto como siempre que hace que recordemos a aquel profesor al que siempre estaremos agradecidos.
Valoración: 3,5/5
Lo mejor: Un casting infantil que emana verdad
Lo peor: Que quiera quedarse en su tono de feel good movie en lugar de ser más dura
