‘Esta es la impresionante y conmovedora historia de los 3.000 heroicos voluntarios estadounidenses que llegaron a España en 1937 para luchar contra el fascismo durante la Guerra Civil al lado del Gobierno de la República, elegido democráticamente. Se les llamó La Brigada Lincoln y participaron en varias batallas como la del Jarama, Brunete, Belchite y Teruel. En España La Brigada Lincoln (a veces también llamado el Batallón Abraham Lincoln), fue apreciado como uno más, pero en Estados Unidos fue considerado como un símbolo romántico de la lucha contra la desigualdad y la opresión fascista, y catalizó buena parte de la campaña a favor de la participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial’.
Así reza la contraportada de ‘La Brigada Lincoln’, el cómic que Panini Cómics publicó en octubre del año pasado bajo el sello de Evolution comics. Después de un tiempo detrás de él, por fin hemos podido leerlo y aquí os traemos una pequeña reseña sobre el mismo.

Pablo Durá es el creador y guionista de esta novela gráfica histórica, dibujada y entintada por Carles Esquembre y coloreada por Ester Salguero, que cuenta la historia un grupo de voluntarios de la Brigada Lincoln en la Guerra Civil Española. Pero pongamos un poco de contexto histórico… ¿Quiénes son esos de la Brigada Lincoln?
Una vez resistido el golpe de Estado llevado a cabo por el general Franco, da comienzo la Guerra Civil Española, que tendría poco de civil y mucho de internacional, ya que realmente se presentaría como preludio a la Segunda Guerra Mundial por parte del bando fascista, aprovechando el conflicto en el territorio español para que los ejércitos de la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler probaran su armamento contra el bando republicano y el pueblo español. Sin embargo, el bando republicano no contó con tal ayuda internacional (salvo ayuda puntual armamentística y sobre todo táctica de la URSS), ya que las potencias europeas acordaron un pacto de “No Intervención”, ante el temor de una Guerra Mundial, que sin embargo no tendría ya freno.
Por ello, la Internacional Comunista aprobó en 1937 la creación de las Brigadas Internacionales, un cuerpo de voluntarios civiles, en el que se integrarían trabajadores, intelectuales, activistas comunistas y socialistas de todo el mundo (más de 50 países) que vinieron a España a participar en la guerra y dar su vida en la lucha contra el fascismo y por el gobierno legítimo de la República. Y precisamente uno de los grupos más numerosos fue el proveniente de Estados Unidos, un total de 3.000 voluntarios a los que se llamó “La Brigada Lincoln”.
El protagonista de nuestra historia será Oliver Law, un militante y sindicalista comunista afroamericano, que se convertiría en España en comandante del batallón, siendo algo inaudito para él y sus compatriotas, ya que en su propio país los soldados negros no podían pasar del rango de soldados rasos, y por tanto mandar sobre soldados blancos.

La Brigada Lincoln (el segundo trabajo de Pablo Durá como guionista ¡¡tras publicar en Marvel!!) es una historieta que integra de una forma muy natural los géneros dramático (con momentos de mayor intimismo), de aventuras y de acción bélica; no muy extensa, de fácil y animada lectura, pero con una importante rigurosidad histórica. Escrita desde las tripas y el corazón, la obra nunca pierde su carácter divulgativo, pudiendo servir para que las generaciones más jóvenes puedan conocer sucesos históricos como el que este grupo de voluntarios protagonizó en nuestro país hace ya 80 años.
Carles Esquembre nos presenta un dibujo fotorrealista que otorga una gran veracidad a la historia, y que parece ir evolucionando con el paso de las páginas hacia una mayor carga emotiva y dramática de los personajes (conforme se suceden los momentos bélicos). Muy atento al detalle, en ocasiones, los fondos de las viñetas son auténticas fotografías sobre las que se dibuja a los personajes, algo que lo acerca más al género documental, aunque el equipo aprovecha un momento determinado de la historia para hacer volar la imaginación artística y pictórica de la obra, que coincide con los sueños (o mejor dicho pesadillas) del protagonista Oliver Law (con una fotografía verde tan ideal como inquietante); en la que de manera acertada no se deleitan demasiado, limitándose a cumplir una función narrativa. Por último, el uso del sombreado y claroscuros que aportan gran volumen a los personajes nos hace pensar que la obra podía estar concebida para su publicación en blanco y negro.
El color, a cargo de Ester Salguero, está resuelto con gran maestría, aplicando una “fotografía” (por hacer su analogía con el cine) diferente para las distintas etapas de la narración: presentación de los personajes en EE.UU., el camino en barco hacia Europa, el desarrollo de los episodios bélicos y el final futuro; pero lo mejor es que a su vez se va adaptando a la estación meteorológica en que ocurre la historia, pasando del invierno en que viajan en barco al verano en Brunete (donde se alcanza el punto óptimo del color y el dibujo transmitiendo una verdadera sensación de calor). Además, destaca la contraposición de color entre las escenas de batalla durante el día, y las de conversación y calma durante la noche. Por último, se mantiene el multicolor durante toda la obra, salvo en algunas páginas finales donde (sin revelar el contenido a nuestros lectores), hace uso del blanco y negro propio de la prensa del momento (de hecho, lo emplea como marcos de dichas páginas) para contar de forma más documental la despedida de las Brigadas Internacionales de España y el futuro próximo que tuvieron nuestros protagonistas al volver a casa.

En definitiva, La Brigada Lincoln es una obra muy completa, que puede ser leída y disfrutada por un público diverso, y donde el equipo creativo y el guionista se alían para finalizar un trabajo redondo. Les invito a disfrutar de este cómic, y a leer la entrevista que publicaremos en los próximos días con Pablo Durá (guion) y Carles Esquembre (dibujo y tinta).


