Corta el cable rojo lleva en el Pequeño Teatro Gran Vía desde 2012, siendo una de las obras que más tiempo llevan en cartel por una sencillísima razón: es muy, muy pero que muy divertida. En esta comedia de improvisación, Carlos Ramos, Salomón y José Andrés López se lo pasan en grande en el escenario y sus palabras mezcladas con una gran imaginación y espontaneidad, sin recurrir a decorados o a elementos grandiosos. Sobre el escenario solo encontramos decenas de objetos y prendas de ropa que son ideales para ayudar a sus rápidas creaciones.
Cada función de Corta el cable rojo es totalmente diferente e irrepetible, ya que el público es una parte importante de la obra al permitirle participar en el proceso de creación de algunas improvisaciones. Los tres actores utilizan frases, títulos y temáticas que el público escribe previamente, y con esto construyen historias que siguen unos estilos determinados.
Corta el cable rojo es una obra dinámica y divertida donde la comedia es la principal protagonista y donde la música juega un papel fundamental, con Angie Lofer encargada de ofrecer con su teclado las notas idóneas para que todo fluya. Se nota en todo momento la complicidad que hay entre los tres protagonistas, consiguiendo provocar una inundación de carcajadas con un humor hecho al momento.
A lo largo de sus 90 minutos, Carlos Ramos, José Andrés y Salomón demuestran su ingenio veloz con diálogos apasionantemente divertidos, hacen juegos de palabras, componen canciones al instante y crean personajes únicos de esos que permanecen durante un tiempo en la memoria. Una de las comedias más imprescindibles de Madrid que merecen ser vistas por lo menos una vez.
Valoración: 4,5/5
Lo mejor: La frescura que transmite y lo divertida que es
Lo peor: Que sea tan difícil encontrar una obra que te haga reír de esta manera
