Cosas buenas del 2020: el «regreso» de ‘Torrente Online’

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Como en medio de todo lo malo siempre podemos encontrar algo bueno, aquí hablo de una de las pocas cosas chulas que pude vivir en el 2020. En aquel año maldito, en el que el Covid se coló entre nosotros, cambió radicalmente nuestra forma de vida y se llevó las de muchos, el verano resultó ser de todo menos eso. La época estival suele ser, por un lado, de evasión, de desconexión, en busca de aventuras o de sitios nuevos y, por otro, de reencuentros, ya sean con amigos o familiares que son difíciles de ver durante el resto del año. Esto incluye también regresar durante unos días a tu pueblo de origen o de veraneo, por supuesto, donde disfrutas por las noches a la fresquita en las típicas verbenas…

Por desgracia, el Coronavirus nos robó todos esos placeres el pasado verano (si bien este no va a ser muy diferente). Pero hubo una alegría que fue capaz de compensarla: el “regreso” de Torrente Online. Esto es un extra de “Torrente, el juego”, que creó la ya extinta empresa española Virtual Toys a principios de los 2000. Aquel videojuego de disparos constaba de unas misiones que tenían lugar en unos escenarios inspirados en Madrid y Marbella, que parecía un GTA, pero que en realidad no tenía mucho que ver. Su dificultad, a mi edad, lo hacía insufrible a los diez minutos de estrenarlo. Por suerte, la versión por internet supuso una experiencia que consideraba digna de detallar más a fondo…

“Torrente Online” fue una especie de fenómeno social, porque éramos muchos los que nos enchufábamos para jugar unas partiditas a la vez que chateábamos y nos pedíamos nuestros MSN. Y fue uno de mis pasatiempos preferidos durante las tardes de verano. Lo más común era que la gente se uniera y formase clanes, aunque también había quien jugaba solo, sin más. Había partidas en las que buscaba reclutar gente para sus milicias, que se llamaban “Tienes clan?” o cosas así. Y sino, los jugadores se ponían en su nombre “Busco clan” y seguro que encontraba alguno. Los nombres eran muy selectos, desde el famoso VeNoR, o Lute. Se organizaban torneos entre ellos en salas con contraseña, que era muy común ver en la lista de partidas entre todas las salas abiertas.

Es curioso que este juego, salvo su nombre, algunas ilustraciones en el menú y algunos personajes, no tiene nada que ver con Torrente. Digamos que es como si hicieran un juego llamado “Harry Potter Online” en el que tuvieras que hacer carreras con escobas voladoras y en el que pudieras escoger a personajes como Harry, Ron o Hermione, entre otros que no tengan nada que ver, para competir en algunos circuitos de cualquier tipo. Aquí puedes escoger a Torrente vestido de varias formas; a Cuco y a otros personajes del juego original, tales como yonquis, chinos o chulos. Incluso personajes femeninos y todo. La gente, por lo general, prefería coger a personajes delgados como los yonquis, a los que cuesta más disparar. Y por otro lado hay una gran cantidad de armas, desde cuchillo y pistola a escopeta, rifle, lanzallamas, bazoka o minas explosivas. En su día, los clanes prohibían algunas armas para competir, como las explosivas, ya que matar con ellas no suponía ningún esfuerzo. 

Y luego teníamos los mapas, que había de diversas formas y para cada modo de juego en concreto. Para los deathmatch, es decir, un combate sin más, ya fuera por equipos o individual, los escenarios preferidos eran el “Vértigo”, en los que podías campear en lo alto de algunos rascacielos situados en Marbella; las “Ruinas”, una recreación del Anfiteatro de Mérida de noche en el que era casi imposible algunas veces matar a los rivales; una estación de metro o el famoso “Loveboat”, un acogedor crucero en el que todo el mundo luchaba para ocupar la atalaya (que se solía impedir tirando minas explosivas).

En “Torrente Online” también se puede capturar banderas. El garaje de dos pisos era uno de los escenarios clave, pero también eran muy populares el “Anderguater”, es decir, un acuario submarino lleno de claustrofóbicos pasillos; o el “Industrial”, una fábrica llena de estrechas pasarelas en las que más de una vez te caías al vacío, aunque también podías ir seguro por debajo…

El otro modo de juego de “Torrente Online” era el de destruir objetivos, que tenía lugar en tres escenarios. El mejor era uno inspirado en la Plaza de España (Sevilla), en el que empezabas en un jardin con una iglesia hasta pasar por un patio (que tenía un aspecto de tablao flamenco que fiipas con esos biombos de madera) y luego a la citada plaza. Este juego, a pesar de lo antiguo que es, es digno de respetar, porque fíjate en los disparos en las fuentes cómo chapotean y cómo se refleja el paisaje en el agua, por ejemplo. 

Por no hablar de la banda sonora, que también es otro punto fuerte, aunque mucha gente prefería bajar la música para escuchar mejor los pasos y los disparos. En “Plaza”, podemos introducirnos en el mismo mapa gracias a su música, llena de geniales influencias árabes. Y el sonido de los pájaros junto a la fuente de la iglesia son una de las mejores cosas, aunque, por supuesto, luchar por bombardear la Plaza de España no tiene precio. Luego había otro mapa muy curioso, “Asalto”, que consistía en una ciudad, de noche, arrasada por un bombardeo u otro, menos popular, de una zona de Madrid durante la noche, donde teníamos que atravesar terrazas y campear un poco.

Este juego tuvo su esplendor hasta el año 2007, digamos. Porque a partir de ahí se empezó a llenar incomprensiblemente de gente brasileña que descubrió el juego y que usaban “xetos”, o sea, cheetos, que eran trucos para matar más fácilmente. Así, le quitaron la emoción al juego. O sea, que “Torrente Online” es conocido fuera de España también, incluso en Sudamérica. Y unos años después Virtual Toys sacó “Torrente Online 2: Freak Wars”, que hizo que la empresa dejase de ofrecer servidores dedicados en el anterior. Así que el juego se vio abocado al olvido…

Pero, como ocurrió con la famosa Ruta 66 de Estados Unidos, había gente que no estaba dispuesta a que esto ocurriese. Así que durante toda esta década hubo varios que organizaron partidas esporádicas. Y esto ha vuelto con fuerza este año. Quizás el confinamiento de marzo del año pasado pudo ayudar a ello también, y se agradece. “Torrente Online” es un estilo de vida para uno, aparte de, como ya he dicho, su chula banda sonora. Y este artículo va dedicado a aquella gente que pueda leer esto y que pueda estar interesada en volver a recordar buenos tiempecitos.

Es cierto que ya no tenemos 11, 12 o 13 años como en aquella época. Las cosas han cambiado. Tenemos unas obligaciones, muchos una familia incluso… Y ya no hay tanto tiempo como antes para coger el PC y liarse a tiros. Los medios también han escaseado un poquito, porque ya no existe el matchmaker que permitía conectarse a las partidas por internet. Pero, por suerte, tenemos buenas alternativas y, cómo no, siempre se puede pillar un momento para jugar… En Twitter existe una cuenta dedicada a esta joyita, en la que está el enlace para unirse a un grupo de Whatsapp y todo. Y de Discord (“Torrente Online” y “Amigos de Santi”). En el canal de Youtube “Torrente Online” (https://www.youtube.com/channel/UCjyZ6RSLemYjqWYsojHGPeQ/featured), puedes informarte de los diferentes métodos que tenemos para unirnos a una partida o crearla, aunque a veces se siga echando de menos poder conectarse a una partida en internet como antaño.

Fíjate como será de alucinante este juego que el verano pasado me siguió por Twitter una persona y me pidió ayuda para poder conectarse. ¡Se trataba de un chaval de, en aquel entonces, 16 años! ¿Cómo ha podido disfrutar tanto de este juego, si él acababa de nacer cuando se jugaba más? La esencia friki y de cachondeo es la clave para disfrutar en “Torrente Online”, a la vez que puede serlo también el quitarse de la cabeza al casposo y guarro personaje de Santiago Segura, ya que el objetivo del juego ya digo que es disparar en escenarios para ganar más puntos y, así, la partida. 

Aunque quizás quiera abarcar demasiado, uno tiene cierta fe en que se lograse una buena comunidad torrentera, ya que ahora mismo somos gente de todas partes: de Málaga, de Barcelona, de Almería, o incluso de Canarias. El buen rollo es constante y no paramos de imitar a Torrente mientras jugamos y todo. Por no hablar de Noel. En nuestra comunidad torrentera se ha ganado un gran respeto, al igual que Ángel “Gunner”, o Salva “Cesno”, que fueron los que idearon al principio los primeros métodos para resurgir “Torrente Online”. Noel, en su caso, hizo un gran trabajo en busca de otro servidor al que nos pudiéramos conectar para jugar: el servidor tolds.ovh. Y es un cachondeo jugar con él.

Y es que Noel, en su búsqueda de perfeccionar lo mejor posible esta maravilla, consiguió contactar con el mismísimo Fabriciano Bayo, quien fue fundador de la empresa Virtual Toys y el productor de este juego en concreto. Bayo recordó encantado algunas anécdotas sobre la producción del mismo: “Hasta aquel momento, yo jugaba a un juego de aquellos años (finales de los 90) llamado ‘Delta Force’. La idea de hacer un juego de Torrente vino porque, además de ser un personaje popular y cachondo, Torrente es una marca en sí. Así que daba la oportunidad de hacer una aventura con él de protagonista”

El propio Fabriciano reconoce que no esperaba que el juego fuese tan popular, si bien la versión online tuvo mayor acogida que el juego original: “En su momento, para ‘Torrente, el juego’, nos planteamos la opción de que el personaje pudiera desplazarse con coches. Pero, por desgracia, no teníamos el presupuesto necesario para que eso se pudiera hacer…”, lamenta el productor del juego, que sí está contento con la aportación de Santiago Segura al mismo: “Es un hombre muy serio y consigue meterse muy bien en el papel. Nos ayudó mucho. Segura colaboró en los diálogos, se le ocurría alguna cosa nueva y nos la sugería… Es un hombre inteligente y muy profesional, la verdad”.

Después de haber dado un repaso a los orígenes de esta joyita, su decadencia y su resurrección, tanto si jugaste en su día como si no, habiendo leído esto y viendo lo que “Torrente Online” da de sí, la decisión es tuya. ¿Nos hacemos unas partidillas?

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