Crítica de ‘La casa de Jack’

Lars von Trier es un director muy polémico a quien amas u odias. Es casi imposible que un film suyo pase desapercibido y La casa de Jack, su último trabajo protagonizado por Matt Dillon, no iba a ser menos. Su nuevo film contiene una mezcla de géneros entre el drama, el thriller y el terror y se desarrolla en Estados Unidos en la década de 1970. Sigue al brillante Jack durante un periodo de 12 años, descubriendo los asesinatos que marcarán su evolución como asesino en serie. La historia se vive desde el punto de vista de Jack, quien considera que cada uno de sus asesinatos es una obra de arte. Von Trier busca ser cruel en su última producción. Pese a sus buenas intenciones, su propuesta puede salir muy bien o muy mal y, por desgracia, resulta ser demasiado gratuito, explícito y somnoliento, con una historia que no acaba de enganchar y que se hace muy pesada debido a sus dos horas y media de duración. Las ideas de La casa de Jack son muy provocativas y están absolutamente desperdigadas en un metraje increíblemente exagerado y que no aporta gran cosa. Von Trier vuelve a jugar a ser provocador que incomoda al espectador, pero el resultado no es tan bueno como otras veces.   Valoración: 2,5/5 Lo mejor: La interpretación y entrega de Matt Dillon Lo peor: Un metraje exageradamente largo