Patrick Tuite: “Escribir sobre Málaga y sobre personajes malagueños es una necesidad para mí”

Hablamos con Patrick Tuite para conocer más sobre él, sus intereses y su nueva novela 'El juego de Hoffmann'.
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La Bella Julieta

El 11 de diciembre de 1831, fusilan a un grupo de liberales en la playa de San Andrés, en Málaga. Entre ellos está José María Torrijos, su líder. Con esta escena comienza El juego de Hoffmann (Ediciones del Genal, 2022), un thriller que se desarrolla en una época convulsa de la historia de España. La trama se localiza en Málaga entre diciembre de 1831 y febrero de 1832. Durante este periodo, además del fusilamiento, se suceden persecuciones, mentiras, traiciones y venganzas y se pone a prueba la lealtad de los liberales que sueñan con derrocar a Fernando VII.

Patrick Tuite Briales (Málaga, 1968) ya ha publicado otros libros llenos de misterio localizados en la ciudad de la Costa del Sol. En esta nueva obra, crea a partir del asesinato de Torrijos y sus compañeros una trama de intriga protagonizada por un grupo de liberales prófugos de la justicia a los que el gobernador de Málaga pretende atrapar a través de un plan. Retrata la codicia, la avaricia, la violencia y los deseos de poder en un momento espinoso de la historia, en que la justicia brilla por su ausencia y el autoritarismo está a la orden del día.

Por eso, el fusilamiento se ha producido a partir de una orden del monarca sin celebrarse un juicio previo. Un acontecimiento al que asiste Hoffmann, un periodista alemán de dudosa reputación moral. Al principio de la novela, Hoffmann es el protagonista, pero conforme se presenta la trama es el grupo de liberales prófugos el que cobra interés hasta el desenlace de la historia. Aquel actúa de caballo de Troya y amenaza con destruir las últimas esperanzas de los liberales que aún resisten escondidos en la ciudad.

Leer a Patrick Tuite es adentrarse en la vida, en la rutina y en la psicología de personajes singulares de Málaga, y hacer que crezca el interés por conocer su historia. Málaga, como ciudad, tiene a Tuite como uno de sus mejores valedores literarios en la actualidad. Y además lo hace con una trama que genera misterio y que difícilmente puede dejarse de leer, pues tiene una prosa asequible y atractiva.

He entrevistado a Patrick Tuite para conocer más sobre él, sus intereses y esta nueva novela, y este ha sido el resultado:

¿De dónde surge tu interés por Torrijos o el movimiento liberal para escribir esta novela?

Mi interés por Torrijos surge tras caer en mis manos un libro, The English Cemetery at Malaga, de Marjorie Grice-Hutchinson, gran benefactora del Cementerio Inglés de Málaga y buena amiga de mis padres. En concreto, me interesé por la figura de este liberal español tras leer el capítulo que trata sobre el irlandés Robert Boyd, quien acompañó a Torrijos en su fallida aventura liberal en diciembre de 1831. Hasta entonces, su figura me había sido totalmente desconocida.

¿Cuáles han sido tus principales fuentes de documentación para escribir sobre Málaga en la historia?

Suelo acudir a fuentes muy diversas entre las que destacan varias revistas divulgativas que tratan sobre la historia y la cultura malagueña como Jábega, Isla de Arriarán, Gibralfaro o El observador malagueño. También suelo consultar libros de historia de Málaga como el de Francisco Guillén Robles, u otros que tratan interesantes temas malagueños como el que escribió Narciso Díaz de Escovar, uno de los más famosos cronistas de nuestra ciudad. También consulto la hemeroteca de los principales periódicos malagueños, como la del Diario Sur y La Opinión de Málaga, planos antiguos de la ciudad y, por supuesto, internet. Si se hace una buena selección y se filtra convenientemente, internet es una magnífica fuente de información.

Casi todas tus novelas han estado situadas en Málaga. ¿Por qué lo haces así? ¿Crees que es necesario hacer de Málaga una ciudad literaria?

Hasta ahora mis novelas han tratado sobre Málaga. Bernardo de Gálvez y los apaches, cuya historia se desarrolla íntegramente en el continente americano, se basa en un ilustre militar y político español nacido en Macharaviaya, una pequeña localidad de la Axarquía malagueña, por lo que Málaga también está muy presente en dicha obra.

Escribir sobre Málaga y sobre personajes malagueños es una necesidad para mí. Málaga es la ciudad donde nací, la ciudad donde nacieron mi madre y mis hermanos y la ciudad donde mi padre, siendo irlandés, decidió pasar el resto de sus días. Es obvio que Málaga tiene algo especial para mí. Yo he disfrutado mucho con muy buenas novelas ambientadas en ciudades importantes como Nueva York, Londres, París, Madrid o Barcelona, y ¿qué tienen esas ciudades que no tenga Málaga? Pues a mi modo de ver, absolutamente nada. Málaga es una ciudad tan buena como cualquiera de las que acabo de mencionar para crear historias literarias. Ahora bien, esto no es algo que se me haya ocurrido solo a mí. Escritores consagrados como Luis Melero, Antonio Soler, Pablo Aranda y otros muchos ya lo han hecho y estoy seguro de que lo seguirán haciendo, así que los escritores malagueños deberíamos preguntarnos: ¿para qué irnos a otra ciudad si en Málaga tenemos todo lo que necesitamos?

El fusilamiento de Torrijos y el resto de liberales se produjo sin haberse celebrado un juicio previo. Cuéntanos brevemente la historia de ese acontecimiento.

El grupo de liberales dirigido por Torrijos acabó siendo cercado por las tropas realistas en la alquería del Conde de Mollina en Alhaurinejo. Una vez allí, Torrijos se dio cuenta de que el pronunciamiento había fracasado y decidió parlamentar con los realistas con el fin de conseguir un trato justo con los suyos, pero el gobernador militar de Málaga, Vicente González Moreno, se negó en redondo y les dio un plazo de seis horas para rendirse. En caso contrario, los amenazó con someterlos a la legislación vigente, lo que supondría que serían fusilados nada más ser capturados. Torrijos aceptó rendirse a cambio de que se respetara la vida de sus compañeros liberales, pero tras ser trasladados a la cárcel de Málaga, el Consejo de Ministros presidido por Fernando VII ordenó fusilarlos y, sin haberse celebrado un juicio previo, la orden se llevó a cabo durante la mañana del 11 de diciembre de 1831.

En la ciudad de Málaga casi todos conocemos, como recuerdo a Torrijos, el obelisco que hay en la plaza de la Merced, pero seguro que hay más homenajes a este liberal en la ciudad que tú conoces.

En Málaga existen tres enclaves que recuerdan la figura de Torrijos: la plaza del General Torrijos, conocida por muchos malagueños como la plaza de la fuente de las Tres Gracias o la plaza del Hospital Noble; la Cruz de Torrijos, que se encuentra muy cerca del lugar donde fusilaron a los liberales, concretamente en una de las rotondas de acceso a los terrenos del puerto, y el obelisco de la plaza de la Merced, el monumento más emblemático que se ha erigido en memoria de Torrijos. También existen varias calles que recuerdan algunos de los liberales que fueron fusilados junto a él, como la calle López Pinto o la calle Robert Boyd en la barriada de Huelin, o la calle Manuel Flores Calderón o la calle Francisco Fernández Golfín en la barriada de Soliva. Además, en los últimos años han aparecido varios grupos como la Asociación Torrijos 1831 o la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831 que están haciendo una espléndida labor de reivindicación de la figura de Torrijos.

Imagino que habrás mirado numerosas veces el cuadro de Antonio Gisbert sobre el fusilamiento de Torrijos y los liberales. ¿Hay más referencias pictóricas sobre este suceso?

El cuadro de Antonio Gisbert es impresionante y, sin lugar a duda, es la mejor representación gráfica que se ha hecho del suceso. Cada vez que voy a Madrid acudo al Museo del Prado y, entre mis visitas obligadas, siempre se encuentra el magnífico cuadro que pintó Antonio Gisbert sobre el fusilamiento de Torrijos y que nunca me canso de contemplar.

Además de este cuadro, Federico García Lorca dibujó varios bocetos del fusilamiento, y también el pintor malagueño Leonardo Fernández pintó hace varios años un óleo del fusilamiento tras tomar como modelo el cuadro de Antonio Gisbert.

Aparte de este cuadro y del soneto de José de Espronceda, ¿crees que hay pocas alusiones artísticas (literarias, pictóricas, cinematográficas, incluso musicales) sobre el fusilamiento?

Esas dos alusiones son sin duda las más famosas, pero aparte de Espronceda, otros grandes escritores mencionaron estos hechos, como Rubén Darío en su obra Tierras solares, o Federico García Lorca en su Romance de la muerte de Torrijos. También me consta que se han realizado varios documentales y diversas obras musicales que giran en torno a la figura de Torrijos, aunque no han trascendido tanto como las dos obras que has mencionado.

En la novela, entre los liberales que querían ayudar a Torrijos había muchos extranjeros como Kemble o el irlandés Trench. ¿Era común esa presencia extranjera entre las filas liberales? ¿Cómo se explica?

Durante la Década Ominosa, a muchos liberales no les quedó más remedio que huir y exiliarse en el extranjero. Eso fue precisamente lo que le pasó a Torrijos, quien se vio obligado a fijar su residencia en Londres desde 1824 a 1830. Durante esos siete años de estancia en la capital del Reino Unido conoció a muchos simpatizantes británicos que apoyaban la causa liberal, entre ellos el escritor escocés John Sterling. Otro extranjero que conoció durante aquella etapa fue el irlandés Robert Boyd, quien acabó acompañándolo durante el fallido pronunciamiento de diciembre de 1831 y que los conduciría a ambos hasta la muerte. No es que fuera algo habitual, pero me consta que numerosos extranjeros apoyaron la causa liberal y que se unieron a Torrijos en su lucha contra del absolutismo de Fernando VII.

Es claro el apoyo que el Reino Unido ofrecía a los liberales en España, pero detrás de esto también se escondía el interés en debilitar al Gobierno de España, en este caso al monarca Fernando VII, para así ser más fuertes que ellos.

Divide et impera es la máxima que pusieron en práctica los romanos durante todo el periodo de apogeo de su imperio, y también fue la que utilizaron los británicos siglos después para controlar su enorme imperio colonial. Los británicos siempre se han caracterizado por su diplomacia y por ser muy buenos estrategas y, durante el primer tercio del siglo XIX, se dieron cuenta de que les interesaba fomentar la debilidad del Gobierno de España, por lo que dedicaron grandes esfuerzos a apoyar a los liberales de muy diversas maneras, entre ellas dándoles cobijo en Gibraltar y en el Reino Unido, para así menoscabar el poder de Fernando VII.

En la historia, los liberales se apoyan en los bandoleros, concretamente se menciona a El Tempranillo, y en la ayuda que estos pueden ofrecerles. ¿Realmente hubo una alianza entre liberales y bandoleros? Si es así, ¿cómo fue?

Sí, todos estos hechos se encuentran perfectamente documentados por los historiadores. Se sabe, por ejemplo, que José María Hinojosa Cobacho, más conocido como El Tempranillo, mantuvo numerosos tratos y alianzas con varios líderes liberales, entre otros con el general Salvador Manzanares. Debido a la abrupta orografía de la Serranía de Ronda y de Sierra Morena, el bandolerismo se encontraba por aquella época muy extendido en el sur de España, y es un hecho absolutamente contrastado que los liberales y los bandoleros unieron sus fuerzas para luchar contra su enemigo común: el régimen absolutista de Fernando VII.

Creo que eres una persona que escribe varias obras al mismo tiempo. ¿Qué tienes entre manos actualmente?

Ahora mismo me encuentro trabajando en tres nuevos proyectos. Dos de ellos se encuentran ambientados en Málaga durante la Segunda Guerra Mundial. Siempre he mostrado mucho interés por lo que sucedió en Europa durante la Segunda Guerra Mundial y creo que no se ha hablado lo suficiente de lo que aconteció en España durante aquellos años. Nuestro país acababa de salir de una cruenta Guerra Civil y el mundo se encontraba inmerso en una despiadada guerra mundial. España había adoptado una política de neutralidad y, por su situación geográfica, era un territorio muy ambicionado por las potencias beligerantes de ambos bandos. Hoy día sabemos que en nuestro país se produjeron una serie de acontecimientos históricos que cambiaron el curso de la guerra y, por tanto, se trata de un periodo sumamente interesante para abordarlo desde el punto de vista literario.

En cuanto al tercer proyecto, estoy trabajando en una novela de temática negra en la que se producen diferentes secuestros y asesinatos y que tiene lugar en Málaga en la actualidad, y hasta ahí puedo leer. Me apetecía cambiar de registro y hacer algo diferente, y en eso estamos.

Por último, ¿podrías recomendar algún libro que te haya gustado últimamente? O lo que estés leyendo en la actualidad. Una o varias recomendaciones literarias.

Entre mis escritores favoritos se encuentra Cela, Hemingway o Somerset Maugham. La familia de Pascual Duarte, El viejo y el mar o El filo de la navaja son tres buenos ejemplos de mis gustos literarios. También me encantan las novelas de intriga y de suspense como las de John Le Carré y, entre mis últimos descubrimientos, se encuentra el escritor gallego Domingo Villar, tristemente fallecido hace dos meses y que, con solo tres novelas (Ojos de agua, La playa de los ahogados y El último barco), se ha convertido en todo un referente de la novela negra española.

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