La filmografía de Christopher Nolan avisa. A estas alturas, el espectador es más que consciente de que al director británico le gusta todo lo que sea complicado. O, mejor dicho, de que le encanta enmarañar las tramas de sus producciones para hacer que ir al cine a verlas sea todo un desafío.
Sin embargo, creo que Tenet es demasiado. Origen (2010) e Interstellar (2014), a su lado, parecen cuentos infantiles. Y es que, a pesar de que la estructura es muy parecida –el argumento parte de una idea sencilla y, hasta cierto punto, previsible, siendo el desarrollo de la misma el que lo enrevesa-, creo que el progreso de la trama de Tenet es tan complicado que termina por comerse a la premisa que le da sentido en primera instancia. Así, lo que es una película de espionaje y acción en la que los protagonistas buscan evitar una tercera guerra mundial se acaba convirtiendo en un denso entramado de inversiones físicas que obliga al espectador a no pestañear. Esto último, todo sea dicho, no tiene por qué ser algo malo.
Como pasa con todas las cintas de Nolan, el espectador medio necesitará ver Tenet varias veces para comprenderla. Como les pasa a casi todas las cintas de Nolan, por otra parte, a Tenet le falta cierta cohesión argumental. El hecho de que deje la explicación de asuntos vitales para el desarrollo de la película en manos de diálogos simples, por ejemplo, es un arma de doble filo que puede confundir a la audiencia o darle la clave para asimilar el significado de lo que están viendo. En este sentido, el trabajo de John David Washington (Protagonist) y de Robert Pattinson (Neil) es excepcional: la escena final tiene prácticamente todo lo necesario para convertirse en historia del cine.
La nueva película de Nolan, en definitiva, me parece bastante destacable, se mire por donde se mire. Si fuera analizada desde la perspectiva del espectador medio y no familiarizado con las producciones de este director, vería un muy buen largometraje de acción cargado de efectos especiales a su altura. Si, por el contrario, ese hipotético análisis fuese llevado a cabo por un espectador más experimentado, lo complejo de la trama le atraparía por completo (aunque probablemente echaría en falta algo más de coherencia a la hora de transmitirla).
Personalmente, todavía no me atrevo a darle ninguna nota a Tenet. Aunque sé que me ha gustado, me ha dejado un sabor agridulce que no se parece en absoluto a lo que sentí cuando vi Interstellar por primera vez. Tal vez sea capaz de calificarla cuando la haya visto un par de veces más. O no. Y eso, cuando se habla de Christopher Nolan, deja a la película en buen lugar.