Entrevista a Andrea Falcón: “Mis padres han sacrificado todo para que hoy vaya al Mundial de Francia”

Se acaba de graduar en Psicología y no contempla nada más allá de pisar Francia y disfrutar de cada momento que le brinde el fútbol.

Con apenas 6 años, Andrea Falcón (Arucas, febrero de 1997) lo tenía claro: quería ser futbolista. Para ello, tuvo que dejar atrás familia, amigos y costumbres, y emigrar de Canarias a Barcelona en 2012, buscando dar el salto a la profesionalización y la finalización de su formación como futbolista.

Sonia Bermúdez, Alexia Putellas, Marta Corredera, Sandra Hernández o Virginia Torrecilla son solo algunos de los nombres con los que compartió vestuario. Junto a ellas, Andrea se curtió como futbolista y compañera.

A pesar de los títulos y experiencias acumuladas (tres campeonatos de Liga y dos de la Copa de la Reina), el Barcelona vio marchar a una de sus más preciadas joyas a un rival directo, el Atlético de Madrid, por la falta de minutos.

Sus ya tres años cumplidos en el Atlético son complicados de resumir. Titular indiscutible a las órdenes de Ángel Villacampa, se lesionó de gravedad en abril de 2017. Tras ser intervenida quirúrgicamente, pisó de nuevo el césped de un campo de fútbol casi un año más tarde, en marzo de 2018.

Con José Luis Sánchez Vera, Andrea alternó titularidad y suplencia hasta que una rotura de fascia plantar, a dos meses de terminar la temporada, volvió a frenar su carrera por estar en el Mundial de Francia. Una vez recuperada, ha jugado hasta de lateral izquierdo.

La lesión no ha impedido que la canaria fuera elegida en el Once de Oro de ‘Fútbol Draft’, por tercer curso consecutivo. Tampoco que Jorge Vilda confíe en su talento y capacidad de desborde.

Andrea Falcón estará en Francia y, con ella, el apoyo incondicional de su familia.

No han sido años normales… ¿Cómo estás?

Bien. Ahora bien. En toda trayectoria hay momentos buenos y malos. Los malos son las lesiones, claro, que te impiden practicar aquello que amas; la razón por la que estás fuera de casa y lejos de la familia.

He tenido personas que me han ayudado mucho. Cuesta, por supuesto. Siempre hay momentos de bajón. Hace dos años me operaron de la rodilla y hoy puedo disfrutar de un Mundial absoluto. ¿Quién me lo iba a decir? La clave es seguir peleando.

Estoy muy contenta a nivel personal. Representar a tu país en un Mundial es (creo) el sueño de toda futbolista. Lo pienso vivir como una oportunidad única, que no sabes si va a volver a pasar.

Es fuerzo a nivel mental y físico es máximo.

Toda la razón del mundo. Ahora mentalmente estoy al 100%. Físicamente también. Entrenamos para estar al máximo nivel. El trabajo que están haciendo con nosotras es increíble y puedo decir que pisaremos suelo francés en las mejores condiciones posibles de cada una.

Te lo habrán preguntado mil veces. Acabas de decir que jugar un Mundial es ver un sueño cumplido. A nivel deportivo, ¿qué significa este paso en tu carrera?

Muchísimo. Poder jugar esta competición te abre muchas puertas. A nivel profesional es un orgullo y una oportunidad única. Soy muy afortunada.

¿Te esperabas que te llamarán?

La verdad… no. Después de estar dos meses parada por la lesión y recibir el alta a tan sólo cuatro partidos oficiales de que terminara la temporada, no me esperaba la llamada.

El Atlético tenía un ritmo de competición establecido y lo pasé mal. Me comía la cabeza pensando “Andrea, no llegas”. La exigencia y el nivel son máximos. Obviamente, si estás un tiempo parada, no sabes cómo vas a volver. Sin embargo, después me di cuenta de que las cosas salían. Conté con minutos para volver a coger ritmo y no los desaproveché.

Si me rompo la fascia a principios de temporada, a lo mejor no me hubiera agobiado tanto. Sin embargo, la cercanía con el final del curso pudo a veces conmigo.

Nunca me olvidaré del momento en el que vi mi nombre en la lista de 23 convocadas.

Tanto Sánchez Vera como Jorge Vilda saben de tu nivel. Donde también hay mucho nivel es en el grupo B. Los rivales son Alemania, China y Sudáfrica. Casi nada. ¿España es rival a batir o tiene rivales que batir?

España va con los pies en el suelo. No tenemos ningún techo. Lo que tenemos clarísimo es que vamos a dejarnos la piel y competir. Está claro que Alemania, entre otros conjuntos, es referencia mundial. Somos conscientes de ello.

Ahora bien, no nos creemos ni inferiores ni superiores a nadie. Al final, en un partido pueden pasar mil cosas. De hecho, fíjate, hemos competido, y de qué manera, contra Alemania en su casa.

Hay que dejarse la vida, sea cual sea la trayectoria, el nivel o los puntos FIFA del rival. Hay muchas selecciones a las que no se tiene en cuenta teniendo en cuenta estos criterios y, sin embargo, son las que luego sorprenden en 90 minutos bien jugados.

Seamos realistas. ¿Dónde está el objetivo de España? ¿Octavos? ¿Pasar de grupos?

El objetivo, sinceramente, es darlo todo, desde el primer momento. Ganes o pierdas, debes ir a un Mundial sabiendo que puede pasar de todo.

Si perdemos un partido –el que sea–, será con orgullo, la cabeza bien alta y con la sensación de haberlo dado todo.

Ese es el objetivo: no reprocharnos nada. De qué sirve pensar después “y si hubiera corrido más”. De absolutamente nada.

Obviamente queremos llegar lo más lejos posible, pero siempre con el alma en cada minuto del partido. Soy de las personas que creen que todo trabajo tiene recompensa. Si luchamos todas en la misma dirección, los resultados llegarán.

Fíjate en la cantidad de medios que se han acercado a Las Rozas. Han venido televisiones, medios digitales, radios… de todo el país. Esto es sinónimo de crecimiento, aunque, por desgracia, ocurra en citas puntuales como un Mundial. Ahora bien, algo bueno tenéis que estar haciendo, por supuesto. Tener la atención de los medios ayuda a la promoción del deporte. Sin embargo, creo que también añade más presión.

No creo que sea una presión. El fútbol es así. Es cierto que hace no mucho esto era impensable y, a día de hoy, aunque sea en citas puntuales, se dan concentraciones sorprendentes de medios.

Estamos muy orgullosas y contentas por el apoyo que estamos recibiendo por parte de los medios. Es uno de los elementos más importantes. Encantadas de atenderos, vaya.

Ahora bien, tenemos claro que lo nuestro es jugar al fútbol. Sí, los medios son importantes, pero más lo es que nosotras hagamos bien nuestro trabajo. Nos encanta atender a los medios y el agradecimiento es recíproco, pero con las cosas claras.

Ojalá el fútbol masculino aprendiera un poco…

En el fútbol femenino, en general, medios y jugadoras crecemos de la mano. No es una competencia sobre a ver qué le contesto a esta revista o en qué marrón me van a meter.

Decías antes que te consideras “afortunada” por pisar Francia con la camiseta de España. Hablemos de la suerte. ¿Qué es?

Me considero una persona afortunada pero trabajadora. Creo que nada llega por casualidad. El “a ver si tengo suerte” es una de las grandes mentiras jamás contadas. Es como si espero sentada a encontrarme un trébol de cuatro hojas y que me toque la lotería. Aunque eso no estaría mal, vaya (risas).

Que SEAT nos haya regalado un coche a cada una de las jugadoras convocadas es suerte, pero no estaríamos aquí de no ser por un trabajo anterior de años y años. Creo en el sacrificio y el trabajo, no tanto en la suerte.

Existe siempre un punto de azar. Ahora bien, si no juegas tus cartas en un partido, no vas a meter un gol.

España, campeona del Mundial. No sé, piénsalo…

¡Puf! Difícil, pero bonito. Creo que, a día de hoy, es algo que ninguna de nosotras tiene en mente. Sin embargo, también te digo, no lo tenemos en mente porque antes hay muchos pasos anteriores, no porque sea imposible.

La gran baza de este equipo es que sabe dónde está el suelo y que ahí es donde pone los pies.

Imaginar cosas y metas a tan largo plazo no te lleva a ninguna parte. Adopto el “partido a partido” como lema porque es, por lo menos en esto, fundamental.

Tenemos dos mensajes para ti. Me gustaría que, después de escucharlos, comentaras lo primero que se te pasa por la cabeza.


Nota del entrevistador:

Nunca había visto emocionarse del modo que lo hizo Andrea a nadie. De alegría, por supuesto. Se lo merece. Su historia y sus obstáculos refuerzan esta opinión


Madre mía. Y yo pensando que ibas a ponerme mensajes de gente desconocida. Si estoy aquí es gracias a ellos. No lo digo sólo porque me hayan dado la vida, sino por el sacrificio que ha supuesto para ellos que yo hoy pueda decir orgullosa que soy futbolista.

Ellos sabían que en Canarias no había el nivel que buscaba. Me fui a Barcelona con 15 años y ellos me mantuvieron allí. Nunca fuimos una familia con una cartera sobrada. Se han sacrificado para darme lo que tengo.

Les debo todo; desde tener una carrera (Psicología) a ponerme unas botas de fútbol. Si mi madre no me hubiera llevado a escondidas a una escuela de fútbol no estaríamos aquí charlando.

Por supuesto, además, en los momentos malos, quienes siempre han estado han sido ellos. Después de la lesión de ligamento, mi madre es la que me ha escuchado llorar día tras día. Ha sido mi madre y mi psicóloga.

Cuando he visto el mundo de color oscuro y querido dejarlo todo, han sido las personas que me han dado un toque para decirme: “Oye, que puedes con esto y más. Y si sola no puedes, aquí estamos para ayudarte”.

Es un orgullo decir alto y claro que les debo todo. Todo. Yo estoy también muy orgullosa de ellos.

¿Qué mensaje darías a quién está leyendo esta entrevista?

A día de hoy, y lo digo como jugadora de fútbol y mujer, es importante tener en cuenta el crecimiento de la igualdad.

Las jugadoras que jugaban hace años nos dicen: “Ojalá yo jugara ahora, que hay más igualdad”. Sin ellas eso sería imposible. El día de mañana, seré yo la que lo diga. Seguro.

La sociedad crece y avanza hacia un futuro mejor. El apoyo que recibimos a nivel de patrocinadores y medios es la muestra de que esto ha crecido, como comentabas tú antes.

Me parece importante también recalcar que esto debe seguir su curso.

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