Hablamos con Eva Spreitzhofer, la directora y guionista de ‘Qué hemos hecho para merecer esto’, una comedia que aborda el conflicto generacional e ideológico entre una madre feminista y liberal y su hija convertida al islam.
La ópera prima de la cineasta austríaca afronta, desde la parodia, el controvertido asunto del uso del ‘hijab’ y la influencia del islam en las juventudes occidentales. Si bien la cinta rechaza cualquier tipo de racismo o islamofobia, presenta, al mismo tiempo, muchas de las contradicciones del feminismo post moderno a través de un humor, en ocasiones atrevido, pero generalmente muy liviano.
Es muy inteligente cómo retratas esta situación tan extraña donde las nuevas generaciones quieren redefinir conceptos que parecía que ya habíamos superado. ¿Crees que esto es algo bueno o puede que un intento por justificar la intolerancia?
Si miras en Estados Unidos, en Alabama, por ejemplo, han hecho una ley en contra el aborto. En algunas universidades, no enseñan la teoría de la evolución. Luego tenemos imágenes de mujeres en la televisión, en el cine… que tienen que ser hermosas, sexys o simplemente salen desnudas. También tenemos un problema muy importante con el porno. Para mí, no ha sido únicamente interesante lo que ocurre con las imágenes de las mujeres en el islam, sino en todo el mundo y cómo debemos afrontarlas. La gente progresista y las nuevas generaciones deben ver que, en este caso, no se trata sólo sobre la opción de elegir llevar el velo o no, porque no hay una opción verdaderamente libre sin el contexto que hay detrás. Intenté mostrar todas las perspectivas sobre este tema, donde se puede ver que cada uno tiene su opinión y cree que es la única correcta. Eso es imposible. Tenemos que comprender las circunstancias distintas de cada uno y las diferentes maneras de vivir, pero es necesario dejar claro que si tienes intolerancia sobre algo no puedes esperar tolerancia de vuelta.
¿Crees que se espera del feminismo que incluya otras causas sociales, como el racismo o la homofobia, de la misma manera en que a éstas se les espera que confronten el machismo?
No creo que sea bueno meterlas a todas en el mismo saco. Las mujeres somos el 52% de la población mundial y deberíamos tener ese porcentaje de poder y oportunidades. Tampoco creo que sea una cosa sobre mujeres y hombres, sino sobre en qué crees. Hay muchas mujeres que no son feministas, no luchan por la igualdad, pero hay hombres que sí. Hay muchas perspectivas feministas. Lo que pretendía con la película no era provocar conflictos religiosos, sino manifestar que nos hacen pensar que estos temas que afectan a la mujer son de índole religiosa, pero son feministas.
¿Por qué elegiste hacer una comedia especialmente en este tiempo cuando casi todo tiene que ser políticamente correcto?
Pienso que la corrección política es buena y protege muchos derechos. Empezó cuando la gente no quería que se dijeran ciertas cosas como nig***. Ahora es una cosa seria, no una cosa graciosa. Creo que he hecho una comedia muy políticamente correcta porque intenté mirarlo desde una manera respetuosa. Si tienes un concepto muy complejo es más fácil hacer una comedia. En un drama, es más duro y tienes que tener mucho cuidado con los diálogos y con lo que se dice. Cuando escribí el guion pensando en qué debería o no hacer o si era demasiado, pensé en La vida de Brian de los Monty Python y decidí hacerla de esa manera porque cuando esa película se estrenó, hace cuarenta años, recibió muchísimas críticas y protestas de todas las religiones del mundo, pero los tiempos han cambiado y no podemos ser menos valientes que ellos en su época.
Dejando a un lado los estereotipos y la islamofobia que nos enseñan en los medios, ¿crees que la falta general de espiritualidad de la sociedad occidental afecta en la manera en la que percibimos la religión?
Soy atea y no estoy muy interesada en la religión. Creo que es bueno que la gente crea en algo. Es una cosa valiente, pero también es un problema si se le da mucho poder. En todas las partes del mundo, en todos los siglos, ha habido conflictos provocados por la religión…
La última, pero no la menos importante… ¿cómo sientes esta nueva ola de feminismo interseccional y post moderno?
No me gusta la idea del feminismo blanco. Es lo mismo que ocurre en la película. Tienes que pensar en los intereses de los distintos grupos, cuál es su papel, etc. A veces, también siento que la marca del feminismo interseccional está muy cerca del conservatismo islámico, pero es sólo mi opinión.
Tengo dos hijas de veinte años, observé a las generaciones jóvenes, hice un gran trabajo de búsqueda para la película y conocí a toda la gente que puse en el guion. Dejé a un lado mi punto de vista porque tenía muy claro que no quería escribir desde un lugar sesgado.