El pasado 1 de marzo asistimos al concierto de Ghostemane en Madrid, segunda vez que pisaba nuestra ciudad. Recordemos a los lectores que la última vez que pisó la capital, acabó él y el resto de su banda detenidos por destrozar el mobiliario del Teatro Barceló porque les cortaron el sonido al final de su set por problemas con el horario.
El encargado de abrir la velada fue Parvo (el DJ que acompaña a Ghostemane) y desde el primer tema la sala se vino arriba. Durante el set de Parvo, iban entrando el resto de asistentes, agolpándose en la zona central de la sala. El set de Parvo fue evolucionando por diferentes géneros, aunque todos bajo la misma estética sonora que la del rapero.
Temas como “Walk” de Comethazine, “Hand crushed by a mallet” de 100 Gecs o “Take a step back” ft XXXTENTACION de Sky Mask the Slump God fueron parte de los temas que soñaron durante la actuación en solitario de Parvo, acompañados de Drum&Bass agresivo y alguna que otra base de Tecno.Y llegó el momento, Ghostemane apareció entre las sombras en la tarima, con su habitual estética gótica y dispuesto a reventar La Riviera. Tras un primer tema acompañado únicamente de su DJ, apareció el resto de la formación (Guitarra, Bajo y Batería) comenzando a tocar uno de sus trabajos más recientes en donde es acompañado por una banda al completo.
Ghostemane se arriesgó a coger una guitarra y cantar mientras tocaba, aún no siendo este su punto fuerte, pero defendiendo su actuación de muy buena manera. Sonaban temas como “Nails”, ”Human Error”, “Hades” o “Flesh” y la banda se venía cada vez más arriba con la respuesta del público, dando con el bajista de la banda trepando por la PA de la sala y amagando con saltar sobre el público.
Ya cerca del final empezamos a dudar todos los asistentes sobre qué ocurría. La banda desapareció del escenario durante 10 minutos dejando al público únicamente en compañía del acople de los instrumentos. Tras este tiempo aparecieron de nuevo para dar con su último y más famoso tema, aquel que no pudieron terminar en el Teatro Barceló el año pasado, “Mercury”. Al acabar esta canción volvió el ya mencionado acople, aunque esta vez por casi 5 minutos, finalizando con el encendido de luces de la sala que señalaba el final de la actuación.
¿Sería un vacile por lo ocurrido la última vez que vino a Madrid? ¿Tendrían graves problemas técnicos? ¿A lo mejor algún miembro o el propio Ghostemane no se encontraban en condiciones de continuar la actuación? La verdad solo la saben ellos.
Lo que sí que sabemos con seguridad es que si uno va a un concierto de este artista, saldrá de la sala con una buena ración de graves en el pecho y una buena descarga de energía. No dejará a nadie indiferente.
