‘Jojo Rabbit’, una de las grandes sorpresas de la temporada

Un filme que funciona igual de bien en su parte emocional que en la politicamente incorrecta. Una de las grandes sorpresas de la temporada.

Desde que se anunció Jojo Rabbit, uno sabe que está ante un film polémico, de esos que dan de que hablar, motivo que lo hace muy interesante. Ganadora del Premio del Público en el Festival de Toronto, Jojo Rabbit está dirigida por Taika Waititi (Thor: Ragnarok) y protagonizada por él mismo, el debutante Roman Griffin Davis, Scarlett Johansson, Sam Rockwell y Rebel Wilson, un cast de lo más variopinto por su aparente disparidad.

Jojo Rabbit es una comedia que satiriza la II Guerra Mundial y que presenta a Jojo Rabbit Betzler, un joven y solitario niño alemán que pertenece a las Juventudes Hitlerianas y ve cómo su mundo da un vuelco cuando descubre que su joven madre Rosie esconde en el ático a una niña judía. Con la ayuda de Hitler, su amigo imaginario, Jojo tendrá que enfrentarse a su ciego nacionalismo.

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Esta disparatada premisa trae consigo un sinfín de situaciones hilarantes que convierten la apuesta de Waititi en uno de los filmes más sorprendentes y hermosos que han llegado a la pantalla en los últimos meses. Lejos de decepcionar o de no cumplir las expectativas, Jojo Rabbit ofrece justo lo que prometía: provocar e irradiar originalidad a través de una narración convencional, por muy extraño que resulte.

Waititi demuestra su valentía como cineasta. Hacer este largometraje en una época donde prima la corrección política por encima de lo demás y en la que la ultraderecha está volviendo a coger más fuerza cada vez, Jojo Rabbit resulta toda una declaración de intenciones. Además, no solo nos ofrece incorrección y sátira, sino que también aporta sentimentalismo y corazón. Waititi construye una fábula en torno a lo necesario que es ser empático en tiempos de guerra y la amistad entre dos personajes que, en un principio, tendrían que ser antagonistas. Una moraleja tan sencilla como que hay que ponerse en la piel de los demás para sobrevivir en el mundo en el que nos ha tocado vivir es suficiente para que a los espectadores de la cinta se le salten todas las lágrimas.

Aunque su cast es espectacular, destacan dos por encima del resto: Roman Griffin Davis y la adolescente judía Thomasin McKenzie. La química entre ambos es lo mejor de un filme lleno de contrastes que funciona igual en su parte emocional como en la más loca y políticamente incorrecta.

Valoración: 4/5

Lo mejor: Lo perfecta que funciona su mezcla de géneros

Lo peor: Que su primer acto sea más flojo que los sucesivos

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