El próximo 19 de mayo, el cantante escocés Lewis Capaldi lanza Broken By Desire To Be Heavenly Sent, su segundo álbum de estudio, que se lanza cuatro años después de Divinely Uninspired To a Hellish Extent, su ópera prima. Con este nuevo álbum se quiere mostrar los altibajos emocionales de un artista a pesar del éxito que pueda tener y cuenta con el mismo equipo del primer álbum: TMS, Phil Plested, Nick Atkinson y Edd Holloway.
Lewis Capaldi sigue la idea de trabajo de su primer álbum, sin campanas, silbatos o vocalistas destacados y sin estancias caras en estudios lejanos. Pronto encontró un ritmo que le convenía, con una configuración de grabación de solo una pequeña interfaz, un portátil, altavoces y un micrófono vocal Shure SM7B: «Sentí que sonaba mejor porque estaba relajado en mi propia casa. Además, gran parte de este disco se hizo con la mayoría de las mismas personas con las que trabajé en el primero: TMS, Phil Plested, Nick Atkinson y Edd Holloway. Al menos uno de ellos está en casi todas las canciones. «Sentí que sonaba mejor porque estaba relajado en mi propia casa. Además, gran parte de este disco se hizo con la mayoría de las mismas personas con las que trabajé en el primero: TMS, Phil Plested, Nick Atkinson y Edd Holloway. Al menos uno de ellos está en casi todas las canciones».
Broken By Desire To Be Heavenly Sent es un álbum de 14 canciones que cuenta con temas como Forget me, una canción sobre una ruptura y que es una muestra de las letras profundas y las melodías que le caracterizan; o Pointless, compuesta junto a Ed Sheeran, Johnny McDaid y Steve Mac. Quedan solamente unos días para comprobar la acogida del nuevo álbum del cantante escocés y ver si es todo un éxito.