Durante más de 9 años, El Secreto de Puente Viejo ha sido el buque insignia de las tardes de Antena 3. El pasado 20 de mayo, la ficción se despidió en Prime Time tras 2324 episodios. Han sido muchos actores y actrices los que han pasado por la serie, pero pocos los que se han mantenido a lo largo de todas sus temporadas. Uno de ellos ha sido Mario Zorrilla, que ha encarnado a Mauricio durante todos sus capítulos. Hoy repasamos lo que ha supuesto para él participar en esta icónica ficción, además de hablar de sus otros proyectos profesionales.
Lo primero de todo, ¿Cómo has llevado el confinamiento?
El confinamiento la verdad es que está siendo muy complejo, al principio nadie sabía la duración que esto iba a tener, por ello todos empezamos con muy buenas intenciones y con cierta disciplina, pero luego poco a poco según se iba alargando, el confinamiento empezó a pesar bastante. En mi caso, hay días con insomnio, dolor de cabeza, pero, en cualquier caso, resistiendo.
¿Cuáles crees que han sido las claves del éxito de El Secreto de Puente Viejo?
Creo que las claves del éxito no las sabemos, vamos a estar permanentemente especulando sobre ellas. Pienso en líneas generales que, en un mundo tan complejo en el que vivimos, de algún modo, la novela nos traía la esencia de lo pequeñito y lo cotidiano, y ahí es donde el publico ha encontrado su razón de ser, el reconocimiento de emociones en los personajes. Emociones que van desde grandes pasiones hasta las acciones cotidianas como lo son ir a comprar y charlar con un vecino, ese tipo de secuencias creo que generaban cercanía con el espectador frente a este mundo tan complejo. También creo que el hecho de manejarnos en secretos de los personajes alimentaba el interés por la trama, junto con la construcción de grandes personajes como Francisca Montenegro (María Bouzas) y otros compañeros.
¿Qué ha supuesto ser uno de los pocos intérpretes de la serie que ha estado desde sus comienzos hasta el final?
Efectivamente, he sido uno de los pocos actores que he podido estar desde los inicios hasta el final. Para mí, haber llegado al final lo sentía como un reto personal, una cuestión de orgullo, empezar algo y poder terminarlo, creo que es una gran satisfacción en lo personal. Fundamentalmente lo que ha significado es un salto hacia delante como actor, han sido muchas horas delante de la cámara que me han hecho aprender día a día. Lo que queda ahora mismo es agradecimiento. Aún no ha pasado tiempo suficiente para saber que hemos hecho, pero con el tiempo seguro que recordaremos el paso por El Secreto de Puente Viejo como de lo mejor que nos haya podido pasar por nuestra vida profesional
¿Qué es lo que más te ha gustado de Mauricio, tu personaje en la serie?
Lo que más me gusta de Mauricio es su capacidad de resistencia, y el hecho de crearse un mundo interior propio, en el que ha podido sobrevivir a los bandazos que se han ido produciendo en el desarrollo de las tramas. Admiro como ha podido sobrevivir y adaptarse a las dificultades de una forma bastante coherente, empezó siendo el siervo de la Montenegro aunque realmente parecía una roca o un cacho carne (como decían algunos espectadores) pero su evolución personal ha sido muy enriquecida, pasando de ser un analfabeto a ser el alcalde de Puente Viejo con el cariño de todos los conciudadanos. Ha sido un auténtico placer conocer a este tipo.
¿Cómo hiciste para construir tu personaje?
En cuanto a la construcción de Mauricio Godoy te puedo decir que fue una construcción compleja, por que al principio solamente teníamos unos brochazos muy gruesos de lo que era el personaje y de lo que era la serie. Grabábamos desde esa tesitura de trazo grueso, y al principio esta forma de trabajar me generaba cierta inseguridad, siempre había ensayado muchísimo más cualquier personaje que hubiera hecho hasta entonces. El crecimiento se generaba con ensayo/error y seguir para adelante sin criticarse a uno mismo demasiado por que no había tiempo, por que al día siguiente había que volver a grabar. Esto fue al principio de la construcción del personaje, pero cuando la serie se asentó y el cariño de la audiencia nos dio a todos, y a mi en concreto, confianza y seguridad que ayudó a hacer volar a los personajes, y una vez que encuentras ese grado de conocimiento y confianza del personaje, es un tesoro.
¿Cuál ha sido tu trama favorita a la que se ha enfrentado tu personaje en El Secreto de Puente Viejo?
Una de las tramas que genera un antes y después en Mauricio es la aparición del niño Efrén, que estaba oculto en una cueva y cuando sale a la luz descubrimos una relación paternofilial con Mauricio y el desarrollo de emociones y sensibilidad que no habíamos visto hasta entonces. Es un punto de inflexión del personaje donde descubrimos unos matices que humanizan a Mauricio, por que hasta entonces había sido un personaje monolítico. Otra trama que también modifica a Mauricio es la aparición de Fe, de la que al principio se resiste, pero acaba enamorado de ella, y dónde también muestra unos sentimientos de amor que hasta entonces no se habían visto. Esta trama llenó al personaje de contradicciones ya propias de un ser vivo y no de un estereotipo, Mauricio se convirtió en un personaje lleno de colores y de matices que en un principio no tenía, acercándose a un ser humano, que vive la vida con nuestras contradicciones, dudas y miserias pero también con nuestras virtudes y nuestro deseo de hacer las cosas bien y mejorar.
¿Qué tienen en común Mauricio y Mario?
Entre Mario y Mauricio lo que existe en común es la lealtad. Mauricio fue inquebrantable a la lealtad de la Montenegro durante toda la novela, aunque a veces dudara de las consignas que Montenegro le mandaba. Y en ese sentido, Mario es leal a su entorno y a sus amigos. También la constancia y las ganas de luchar se repiten en los dos. La constancia de Mauricio que le llevo al puesto de alcalde de Puente Viejo, precisamente por la empatía y las ganas de salir adelante. Mario, en este sentido, también es una persona que quiere crecer en su vida personal y profesional, intentar ser mejor actor y mejor persona. Aprovechar la capacidad de mejora que todos tenemos.
¿Cómo es trabajar en una serie diaria? ¿Cómo has hecho todos estos años para compaginar El Secreto de Puente Viejo con otros proyectos profesionales?
Trabajar en una serie diaria ha significado estar absorbido por ella durante 9 años. A día de hoy, pienso que son 9 años que no se muy bien que he hecho, sé que ha existido El Secreto de Puente Viejo y que se ha comido de alguna manera a Mario, en el sentido de la dedicación, el esfuerzo y el tiempo de estudio. Es intenso y de ahí viene que el tiempo se pase rápido, han sido 9 años que han pasado volando, ha sido increíble. Hemos llegado al final y somos más viejos, esa es la conclusión, la serie nos ha hecho más viejos a todos. Las veces que he hecho otros personajes, ha sido a base de quitarme horas de dormir y fines de semana. Pero con la ilusión y el agradecimiento por construir otro personaje, de alguna forma eso también me alimentaba.
Tu debut en la pequeña pantalla se produjo en Médico de familia. ¿Cómo recuerdas esta experiencia?
Mis comienzos en la televisión fueron soñados, llegué a Madrid con 18 años queriendo ser actor y casi hasta los 30 años hice teatro. No fue hasta pasados los 30 que tuve la oportunidad de trabajar en algunas series de televisión. Fue un aprendizaje sobre la marcha, y recuerdo con mucho cariño la expectación que me suscitaba el hecho de trabajar en la tele, y la repercusión que esta tenía. De una serie pasaba a otra, a base de papeles pequeños, que compaginaba con el teatro y me hacían vivir de la profesión y ser muy feliz. De alguna forma me llenaban el ánimo y las ganas de seguir trabajando y aprendiendo para aspirar a personajes mejores.
¿Cuál ha sido el personaje que más te ha costado interpretar?
Recuerdo con terror en dos ocasiones que hice sustituciones teatrales, dónde no tenía más que tres días para prepararme un personaje. Aquello era el horror, porque salías al escenario (como nosotros decimos) muy vendido, a resolver algo como podías, una sensación de pánico. Cuando sustituyes a un personaje en teatro haces lo que hace el compañero, sin saber el por qué, y sin apenas ensayar con el resto del equipo, no sé si me atrevería a hacerlo ahora, es algo que genera vértigo.
¿Qué te aporta el teatro que no lo haga la televisión o el cine?
La gran diferencia es la mirada del espectador, poder construir delante del público es lo que produce la magia del teatro. Y por su puesto el aplauso final, el reconocimiento del público eso no tiene nombre. Se dice que el espectador también paga por aplaudir, pero nosotros pagaríamos también por ser aplaudidos, por que ese cariño que recibes inmediatamente del público a un actor le alimenta, eso no se da en el cine y la televisión. Se producen otros tipos de comunicación y generan otro tipo de satisfacciones, pero terminar la función y el publico de pie aplaudiendo es la gran magia del teatro.
A lo largo de estos años has prestado tu voz para diversos anuncios. ¿Qué te llevó a interesarte por el mundo del doblaje?
Caí en el mundo de las locuciones de publicidad de casualidad. Hace nueve o diez años, una amiga directora de casting, tuvo la audacia de enviar un soneto de Quevedo que yo tenía grabado (en ese momento estaba haciendo un espectáculo de poesía) y cuando lo escucharon dijeron que era la voz que querían. Hasta ahora he tenido la suerte de hacer 4 o 5 buenísimas campañas de publicidad todos los años. Siempre le daré las gracias a la poesía que me abrió este campo, por que manejar las palabras es una satisfacción extraordinaria. Aunque una cosa es la poesía y otra la locución de publicidad, muchas veces son textos literarios muy bonitos de decir.
¿Te gustaría ser doblador de alguna película de animación?
Claro que me gustaría probar en ese terreno, todo lo que sea aprender y sumar, bienvenido sea.
Por último, ¿tienes algún proyecto entre manos del que nos puedas adelantar algo?
Ahora mismo, como la inmensa mayoría de los compañeros, estamos en una situación expectante, no sabemos cómo se va a desarrollar nuestra profesión en el breve plazo. Parece que, si los teatros vuelven a abrirse, tengo una opción para volver al teatro, cosa que sería lo mejor que me podría ocurrir, precisamente por lo que contaba antes y por que el teatro siempre te pone en tu sitio, te reeduca como actor, te hace enfrentarte continuamente a problemas. Lo mejor que me podría pasar, es volver al teatro.