Merlí es una de las series más mágicas que ha dado la ficción española. Héctor Lozano creó en 2015 una ficción mágica llena de sentimientos que conquistó a jóvenes y no tan jóvenes durante tres temporadas y 39 episodios. Su final hizo que lloráramos a moco tendido durante una semana y, aunque su cierre no pudo ser más perfecto, se nos hacía raro pensar que nunca más íbamos a poder ver a ciertos personajes, sobre todo a Pol (Carlos Cuevas) y a Bruno (David Solans) dos de los personajes más queridos de la ficción junto al mítico profesor.
Ahora, gracias a Movistar+, hemos podido disfrutar de la primera temporada de Merlí: Sapere Aude, spin-off protagonizado por el personaje de Pol, alumno preferido de Merlí, de quien se seguirán sus pasos de su vida universitaria en la Facultad de Filosofía de la Unviversitat de Barcelona. Ocho episodios que saben a poco y, aunque es imposible que esté a la altura de la serie original, su resultado es muy satisfactorio.
Pol es el protagonista absoluto de este spin off que explora su vida universitaria y, para compensar la ausencia de Merlí, la ficción nos ofrece a María Bolaño. Merlí es insustituible y María no pretende ocupar su papel, pero la serie nos ofrece ver la relación que se forja entre ambos y la faceta más humana de la docente, ya que conoceremos a su hija, interpretada por Gloria Ramos.
Merlí: Sapere Aude explora también, como no podía ser de otra manera, la relación entre Bruno y Pol, y cómo esta tendrá que sobrevivir y adaptarse a los nuevos cambios. Para los fans más acérrimos, esta sea la parte de la trama que más les interesará, y tanto Cuevas como Solans están sobresalientes.
Y si pensáis que ellos dos son los únicos a los que veremos de Merlí, estáis muy equivocados. Aunque no tengan mucha importancia en la trama, Carmina Calduch (Ana María Barbanu), Alfonso, el padre de Pol (Boris Ruiz) y la profesora Glória (Assun Planas) están de vueltas. Héctor Lozano es consciente de que este spin off no puede superar a Merlí, pero pone toda la carne en el asador para que resulte lo más satisfactorio posible, y lo cierto es que lo consigue con creces. Tenemos ganas de más.
Valoración: 4/5
Lo mejor: Volver a ver a Pol y Bruno no tiene precio
Lo peor: No tiene la profundidad y relevancia de Merlí, aunque tampoco lo pretende