Escrito por Jorge Caracuel Suero
Black Mirror es una de las mejores series del siglo XXI, de eso no cabe duda. Ha ido evolucionando y, desde que fue comprada por Netflix, su producción y calidad visual ha aumentado. Todavía se desconoce la fecha exacta en la que aterrizará su cuarta temporada, aunque por ahora sabemos que llegará a finales de 2017.
Como en toda serie antológica (cuyos capítulos son independientes unos de otros), Black Mirror es bastante irregular. Tiene capítulos brillantes y otros que solo son correctos. Esto se ha plasmado más que nunca en la tercera temporada, cuyos episodios 1, 3 y 6 son de los mejores de la serie, pero el 2, el 5 y, sobre todo el 4, se quedan a medio camino y dejan mucho que desear.
Foto: Netflix.com
Lo que más gusta de Black Mirror es que es una serie real como la vida misma, con capítulos que ponen al espectador los pelos de punta de pensar que no se está muy alejado de la realidad. La serie producida actualmente por Netflix debe seguir con ese tono pesimista que tanto nos gusta, pero debe seguir innovando y no presentarnos historias que nos recuerden a anteriores.
Sería, por tanto, un error que algunos de estos capítulos sean una continuación de otros que hemos visto en las temporadas anteriores. Hay episodios magníficos, como «Himno Nacional» (el primero de todos), u «Oso Blanco», pero seguir explorando en ellos no sería acertado.
Por ahora, se conoce poco de la nueva temporada. Solo se sabe que una de sus entregas se llamará «Black Museum» y que el primer episodio estará dirigido por Jodie Foster. Como en todas las series, pero más en esta, es mejor adentrarnos en cada nueva historia de Black Mirror sabiendo lo menos posible de ella. Espero que no se haya visto todo y que la serie creada por Charlie Brooker tenga mucho más que ofrecer.