La fiesta que Metalmanía organizo el pasado sábado en Málaga

Un impresionante concierto tributo a Metallica deslumbra Málaga, siendo un regalo sin duda para todos sus fans.
Foto: laguiago.com

La noche del pasado sábado fue una de aquellas citas en las que el televisor tiene el protagonismo. Como lo es en Nochevieja, la ceremonia de los Óscar o en la gala de la Super Bowl, el pasado dos de febrero más de cuatro millones de españoles siguieron en TVE la gala de los Premios Goya y, quien no pudo estar viéndola por la televisión, se pudo informar mediante otros soportes diferentes.

Sin embargo, como es el caso de la Nochevieja, no todos tienen por qué estar atentos a esto. Hay quien ni se toma las uvas siquiera, o se las toma y se va a dormir. En el caso de servidor, anoche formé parte de aquellos en cuyos planes no estuvo previsto ver a Rosalía interpretar un par de canciones, o varios sketches que, al parecer, trataban de convertir los Goya en una cita de memes anual.

Anoche, en Málaga era el momento de ponerse la chupa de cuero y, resistiendo la fuerte racha de frío, dirigirse a la Cochera Cabaret. En este popular local de la Avenida de los Guindos tenía lugar un tributo a Metallica por parte de una banda llamada Metalmanía. En esta ocasión, y a diferencia de la última, los artistas eran españoles -en mayo del pasado año llegaron a la sala La Trinchera los ucranianos Scream Inc-.Cabe destacar, en primer lugar, la puntualidad de la banda, que solo tardó media hora en salir (a las 22), mientras que, en otros conciertos, hay que pasarse algunos minutos más esperando a los artistas. De todos modos, mientras ellos aparecían, supieron entretener muy bien a los asistentes con varios documentales sobre la banda estadounidense. El escenario estaba muy bien recreado, con varias cruces blancas en el mismo, que simulan la portada del álbum «Master of Puppets». Y también los efectos de humo que hacían salir de vez en cuando. La sala está cada vez más llena de gente con ganas de disfrutar de lo lindo. Entre ellos, mi compañero Mario (La Sexta Cuerda) y yo nos encontramos a nuestra profesora, Roi, que, como periodista musical que es, no podía faltar por alli -aunque más tarde, charlando con el vocalista, Ricardo, ella presumió de que le había incitado a bailar reggaetón…-.

De repente, como en los conciertos de Metallica, aparecia la mítica escena de «El bueno, el feo y el malo», en la que el ya fallecido Eli Wallace -el feo- corre desesperado en el cementerio de Sad Hill (Burgos) en busca de la tumba que contiene el botín de dólares, al ritmo del mítico «The Ecstasy of Gold», de Ennio Morricone. Y, a continuación, aparecen todos los integrantes y da comienzo el concierto… Bueno, eso es lo que parecía que iba a tener lugar en la Cochera Cabaret. Porque el espectáculo que Metalmanía dio allí fue mucho más que una simple actuación en la que unos artistas saludan, dan las gracias y dicen un par de palabras mientras los demás se limitan a escuchar o a bailar los temas.

En primer lugar, cabe destacar que, tal y como la banda anunció por las redes sociales, las entradas para ver el espectáculo se agotaron momentos antes de su comienzo. Metalmania es un grupo especial. Ellos apuestan por la música en directo. De hecho, fue algo que el vocalista, Ricardo, reivindicó durante el concierto, al igual que dejó claro su gusto por la buena música: «Es muy fácil hoy en día dedicarse a esto, con programas como ‘O.T.’ o ‘La Voz'». La banda, en este sentido, tiene buena experiencia, ya que ha actuado como telonera en conciertos de los Mojinos Escozíos, por ejemplo. Y, por supuesto, la amabilidad que demostraron. «Buenas noches, Málaga!!», decía Ricardo en numerosas ocasiones, para animar el ambiente, sin olvidarse tampoco del técnico de sonido, gracias al cual el espectáculo pudo hacernos vibrar a todos como es debido.

En su repertorio interpretaron temas míticos de Metallica, tales como ‘Battery’, ‘Seek and Destroy’, ‘For Whom The Bell Tolls’, ‘Master of Puppets’… entre una amplia variedad. A la hora de interpretar ‘One’, Ricardo se colocaba su casaca militar para la ocasión. Y, cuando llegó el momento del clásico ‘Enter Sandman’, hubo una explosión de confeti y de globos de colores en toda la sala. Por no hablar del ambiente. En una ocasión, el vocalista de la banda da instrucciones: «Haced un pasillo en medio, por favor». Era el momento de organizar uno de los muchos pogos que tuvieron lugar en la velada, en la que uno se llevó un golpe en la oreja y todo. El abrigo que hacía falta fuera sobraba dentro y, ante tanto pogo y euforia, fue necesaria una ducha de regreso a casa -a más de las 12 de la noche-.

Hubo momentos en los que Ricardo pasaba más tiempo actuando fuera del escenario que en este, junto a sus compañeros Rafa (batería), Petrus (bajo) e Iván y Mario (guitarras). Lo podíamos encontrar montando un numerito en la barra del bar, o tomándose una cervecita sentado en el escenario junto a sus compañeros, en gesto de pequeña paradita y de voluntad por conectar con el público que estaba allí presente.

La verdad es que uno no puede evitar impresionarse ante tamaña experiencia, porque no está acostumbrado a ello. Junto a este buen rollo no puede faltar, por supuesto, la calidad que el grupo demuestra tener cada vez que interpreta los temas, quizás con algunos toques personales (incluso en tono cómico, como es el caso de una de las partes del mítico ‘Whiplash!’) algunas veces, pero que para nada evita seguir disfrutando al igual que se hace con el grupo original.

La experiencia, pues, escuchando durante algo más de dos horas a Metalmanía hace necesario que esto se repita en Málaga. Bueno, esto no hace mucha falta reivindicarlo, ya que, tras haber agotado las entradas al poco de comenzar, estos artistas lo sabrán de sobra. Si en la zona en la que vives se anuncia la llegada de Metalmanía, no dudes que sea el plan ideal para esa noche y que, si no te das mucha prisa, quizás te quedes sin él.

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