Top 5: Las mejores películas de Bill Murray

Bill Murray se ha convertido en uno de los actores fundamentales de su generación, repasamos sus mejores títulos.
Bill Murray en 'Atrapado en el Tiempo'

Como otros grandes actores los inicios de Bill Murray se forjaron en el mítico ‘Saturday Night Live’, sin embargo, la carrera del intérprete ha ido mucho más allá, siendo su figura fundamental en el cine de los últimos 40 años. Con un carisma desbordante el actor de Chicago ha logrado hacer de su humor irónico y de su aparente inexpresión facial, una de las señas de identidad de una trayectoria plagada de títulos destacados. Hoy repasamos sus mejores filmes en un Top 5 que va del humor más clásico de producciones de éxito a películas que son iconos de la comedia indie.

5. Los Fantasmas Atacan al Jefe (1988)

El filme protagonizado por Bill Murray es otra vuelta de tuerca más al ‘Cuento de Navidad’ de Dickens, solo que esta vez mucha más gamberra y disparatada. Richard Donner dirigió esta comedia en la que un desagradable y tirano productor de televisión llamado Frank Cross, un moderno Scrooge al que da vida Murray, tiene que vérselas con unos fantasmas del pasado, del presente y del futuro bastante peculiares, antes de nochebuena.

La película, que en su momento tuvo críticas dispares, se ha convertido en un clásico navideño con el paso del tiempo, si bien a veces es un poco irregular, lo cierto es que el ritmo del filme, el humor negro y el siempre efectivo Bill Murray en el papel protagonista, hacen de este título una apuesta diferente a las manidas comedias situadas en estas fechas. Además, es una película que no está exenta de crítica hacia la industria televisiva y del entretenimiento y en definitiva, va más allá poniendo sobre la mesa temas más complejos valiéndose de la sátira para poner en evidencia el sistema a veces deshumanizado en el que vivimos hoy en día y la idea equivocada de éxito.

4. Academia Rushmore (1998)

‘Academia Rushmore’ fue la primera de las colaboraciones de Bill Murray con Wes Anderson y a partir de ahí el intérprete ha participado en casi todas sus películas. En el que fue el segundo filme de Anderson ya se atisbaba el estilo propio que el cineasta desarrolló posteriormente, los personajes algo excéntricos y los tonos y colores tan característicos del director.

La historia gira en torno a tres personajes: un aplicado estudiante de instituto llamado Max, interpretado por Jason Schwartzman, que se enamora de su profesora Rosemary a la que da vida Olivia Williams, y el millonario Señor Blume, papel de Bill Murray, que también lucha por el amor de la profesora. Para rizar el rizo entre Max y el Señor Blume surge una amistad que no será impedimento para que ambos se enfrenten por el corazón de la profesora Cross. Aunque a veces irregular, estamos ante una de las películas más redondas de Anderson y con el papel mejor ejecutado por Murray en el cine de este, sacando jugo cómico a otro personaje con una personalidad triste y amargada, como ya es habitual en el actor.

3. Los Cazafantasmas (1984)

Un grupo de científicos interesados en lo paranormal deciden crear Los Cazafantasmas’, un negocio dedicado a la eliminación de fantasmas en la ciudad de New York. Esta es la premisa de la película protagonizada por Bill Murray y Dan Aykroyd y dirigida por Ivan Reitman, que además contó en el guion con el propio Aykroyd junto a Harold Ramis, que también fue uno de los actores principales del filme.

La cinta nos ofrece entretenimiento, buen humor y ciencia-ficción, combinación perfecta que dio como resultado la comedia más taquillera de la década, así como una secuela, una posterior nueva versión y un reboot. Además, de ser ya considerada de culto gracias a al buen hacer y la personalidad de sus protagonistas, la originalidad del guion y la inolvidable banda sonora, sin olvidar el mítico “Ectomóvil”.

2. Atrapado en el Tiempo (1993)

Como pasa con otras películas protagonizada por Murray el tiempo ha convertido en clásico esta comedia metafísica y romántica. La película protagonizada junto a Andie McDowell y dirigida por su compañero en ‘Cazafantasmas’ Harold Ramis, nos sumerge en un una paradoja temporal. En ella Phil, un hombre del tiempo al que da vida Bill Murray, tiene que cubrir el «Día de la Marmota», que es un acontecimiento en el país, para su canal de televisión. Sin embargo, lo que prometía ser otro aburrido día de trabajo, acaba convirtiéndose en un inexplicable bucle en el que Phil se despertará una y otra vez en el mismo día del año.

Lo desesperante y cómico a la vez de la situación nos ofrece un abanico de posibilidades a la hora de llevar a cabo las tramas que tanto el director como el reparto saben aprovechar a la perfección. Jugar con los géneros pasando del drama a la comedia o incluso la fantasía y llevarnos a la América profunda para tratar temas que van de lo insignificante a lo existencial y todo ello bien compactado y ejecutado con honestidad e ingenio. Poco más se puede pedir a título que hará las delicias de los seguidores de un Bill Murray en todo su esplendor que se mueve cómodamente en esa frontera entre el humor y el drama, como ha demostrado en innumerables ocasiones.

1. Lost in Translation (2003)

Sofia Coppola fue la encargada de escribir y dirigir esta obra maestra del cine independiente ambientada en la ciudad de Tokio y que obtuvo el Oscar a mejor guion original, entre otros muchos premios.

Bob, es un actor venido a menos al que da vida Murray, que se encuentra en la ciudad japonesa rodando un anuncio de Whisky y mata el tiempo bebiendo en el bar del hotel. Allí conoce a Charlotte interpretada por una Scarlett Johansson, que conseguiría gracias a este papel su salto de consagración en la industria cinematográfica. Charlotte es una joven norteamericana que se encuentra en Tokio debido al trabajo de su marido con el que pasa poco tiempo debido al empleo de este. Ambos personajes (Bob y Charlotte) tienen en común la soledad que sienten en un lugar ajeno, y a pesar de la aparente distancia entre ambos, surge entre ellos una amistad que les llevará a recorrer las calles de una ciudad de Tokio magistralmente retratada por Coppola, buscando diversión o simplemente sentirse acompañados.

La película que está considerada una de las mayores exponentes de la comedia indie, supuso además un revulsivo en la carrera de Murray, que gracias a este papel se convirtió en una de las caras visibles del cine independiente, como así confirmó en la siguiente etapa de sus carrera. Por este papel obtuvo una nominación al Oscar y le valió los elogios de la crítica, destacando la capacidad del actor de dotar de una personalidad única, y hacer de un personaje a priori frustrado y aburrido, un tipo del que se desprende todo ese humor irónico y contenido del filme.

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